Un café con... Máximo Segura Garza

“Desde chamaco mi deporte favorito ha sido el fútbol, me lastimé de una pierna y eso me impidió a seguir jugando”.

¿A qué edad entraste a Ahmsa y cuántos años duraste en la empresa acerera?

“Entré a laborar a la edad de 28 años y me mantuve ininterrumpidamente por 32 años laborando en el departamento de ladrillo refractario de la Planta uno, hasta que tramité mi pensión correspondiente”.

Paralelo a tu trabajo de Ahmsa fuiste árbitro de fútbol, ¿Cuándo se dio y por qué este paso?

“A mi desde chamaco mi deporte favorito ha sido el fútbol, me lastimé de una pierna y eso me impidió a seguir jugando, pero no ‘mató el gusanito’ de este bello deporte, y decidí ser árbitro para seguir dentro del campo, esto fue en 1982”.

¿Cómo se organizaron como colegio de árbitros?

“Inicié arbitrando en ciudad Frontera con “la chita” Mata, de ahí me pasé a Monclova en donde Pedro Menchaca en la Side Dos formó un grupo, al cual entré para luego integrar el Colegio de Árbitros de Monclova en 1990, el primer presidente fue el profesor Miguel Saucedo, Yo como vicepresidente y Juan Bernal el programador”.

¿Cómo se dio Máximo el carpintero?

“En el departamento de Ahmsa fabricaban tarimas, además de mesas, archivero, ahí le encontré cariño a esta profesión la aprendí y la sigo hasta la actualidad de ahí salió ese mote con el que muchos me conocen aquí en Monclova”.

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