Este país de 25 millones de habitantes, acumula 3.24 millones de infecciones y más de 5,200 muertos.
Sídney (Australia).- El primer ministro australiano, Scott Morrison, dio este martes positivo de la COVID-19 tras presentar fiebre y seguirá gobernando el país mientras hace cuarentena en su vivienda familiar en Sídney.
"Estoy experimentando síntomas parecidos a la gripe y estaré recuperándome hasta la semana que viene", indicó el mandatario en su cuenta de Facebook, en la que añadió que su familia también estará siete días aislada por ser contactos próximos.
Morrison, de 53 años, señaló que continuará trabajando en línea para coordinar la respuesta a las inundaciones que afectan a los estados de Queensland y Nueva Gales del Sur, la elaboración del presupuesto y la respuesta a la guerra de Ucrania.
"También estaré centrado en nuestra respuesta urgente a la tragedia que se está produciendo en Ucrania y la agresión sin sentido de Rusia", precisó.
El pasado 21 de febrero, Australia sus fronteras internacionales a todos los extranjeros vacunados contra la COVID-19, lo que supone el regreso del turismo internacional desde que cerró sus fronteras al inicio de la pandemia en marzo de 2020.
Australia, que superó tres olas de la COVID-19 que afectaron principalmente a Sídney y Melbourne, fue golpeada duramente por la variante ómicron cuando comenzó a reabrir su frontera en noviembre pasado y pasó de menos 2,000 diarios en diciembre a una media superior a 100.000 a mediados de enero.
Desde el inicio de la pandemia, este país de 25 millones de habitantes, acumula 3.24 millones de infecciones y más de 5,200 muertos, aunque ya tiene al 95 por ciento de su población diana vacunada con dos dosis del medicamento contra la COVID y acelera la inoculación de la tercera.