Estados Unidos y la Unión Europea, junto a otros socios occidentales, acordaron sacar a “determinados” bancos rusos del sistema internacional Swift, una contundente medida económica en respuesta a la invasión militar de Ucrania por parte de Rusia. “Esto garantizará que estos bancos quedan desconectados del sistema financiero internacional y alteran su capacidad para operar globalmente”, se señaló en un comunicado.