El Sevilla perdió 1-0 en el campo del Dinamo de Zagreb y sufrió mucho para hacer valer la renta de 3-1 que logró en la ida, aunque el resultado le vale para meterse en los octavos de final de la Liga Europa tras un partido que acabó con diez jugadores al ver el danés Thomas Delaney dos tarjetas amarillas. El equipo español, pese a no hacer un buen partido, lo tenía controlado, aunque un penalti muy protestado en el minuto 63 por mano del argentino Marcos Acuña que sin problemas anido el balón.