Desde comienzos de año, al menos 2,353 personas han sido devueltas a Libia.
Trípoli.- Un total de 632 personas migrantes, entre ellas 24 menores y 78 mujeres, fueron rescatadas o interceptadas frente a la costa libia en la última semana y devueltas al país pese a ser considerado un lugar "no seguro", mientras que otras tres personas perdieron la vida, informó hoy la Organización Internacional de las Migraciones.
Entre el 13 y el 19 de febrero nueve embarcaciones precarias partieron desde la capital, Trípoli, y las ciudades del este de Surman, Zawiya y Al Maya, varias de ellas con cerca de un centenar de personas a bordo, según este organismo dependiente de Naciones Unidas y que defiende "la promoción de una migración humana y ordenada en beneficio de todos".
Desde comienzos de año, al menos 2,353 personas han sido devueltas a Libia, 36 han fallecido y 87 desaparecieron cuando trataban de alcanzar de manera irregular la isla italiana de Lampedusa, a tan sólo 300 kilómetros de distancia.
El último informe anual de la OIM reveló que un total de 32,425 personas -incluidos 1,309 menores- fueron rescatadas o interceptadas en 2021, 655 personas murieron y otras 897 desaparecieron en la ruta migratoria del Mediterráneo Central, una de las más letales del mundo, en embarcaciones precarias, fletadas por mafias que se lucran en Túnez y el oeste de Libia.
La encargada de las operaciones de rescate es la Guardia Costera libia, un cuerpo formado en su mayor parte por la Unión Europea y que está bajo la sospecha de distintas organizaciones humanitarias internacionales por sus supuestos vínculos con las mafias que se dedican al lucrativo negocio del contrabando de personas.
El pasado mes de julio, Amnistía Internacional denunció las "atroces" violaciones cometidas por las autoridades libias durante las detenciones de personas migrantes tras ser interceptadas en el Mediterráneo y devueltas de manera forzosa al país con apoyo de la cooperación europea.
Los llamados "centros de reagrupación y retorno" son escenario de torturas sistemáticas, violencia sexual, trabajos forzados y otras formas de explotación "con total impunidad", reveló la ONG en su último informe, en el que instó a los Estados europeos a suspender la cooperación en materia de migración y control de las fronteras.
En la costa oeste, fronteriza con el vecino Túnez, actúan decenas de milicias y grupos de traficantes dedicados a todo tipo de contrabando, desde personas hasta armas, drogas, combustible e incluso alimentos básicos, que tienen estrechos vínculos con organizaciones similares transnacionales.