Pedigüeños; peligro latente entre ellos y los automovilistas

El camellón central del bulevar Pape, es cada vez más ocupado por personas que piden una moneda a los automovilistas quienes tienen que esquivarlos constantemente.

Las personas que a diario se dedican a pedir dinero a los automovilistas que circulan sobre el Bulevar Pape, son retiradas constantemente por las autoridades municipales para evitar un accidente vehicular. Lamentablemente muchas de ellas regresan a lo mismo, pues es su único sustento económico.

Juan José Ramírez, Subdirector de Seguridad Pública dijo respecto al tema que debido a que estas personas no cometen ningún delito, no compete a ellos detenerlos y remitirlos a las celdas municipales, solo se abocan a invitarlos para que se retiren. En ocasiones si se a realizado la detención de algunos, pero a sido porque al momento de ser abordados se sorprenden en estado inconveniente.

Saldo. Ramírez enfatizó que afortunadamente hasta el momento no se ha registrado ningún  accidente donde haya resultado herido alguna persona de las conocidas como pedigüeños, es consciente que cada vez se observan más personas incluso ya no lo hacen solos, si no que llevan a toda la familia incluyendo a menores de edad que oscilan entre los 6 y dos años de edad, quienes permanecen sobre el camellón central arriesgando su vida a pocos metros de los carros que pasan a grandes velocidades.

Desalojo. El Subdirector comentó que a diario sus elementos tienen órdenes de retirar a toda aquella persona que sea vista pidiendo dinero o realizando algún tipo de trabajo como limpia brisas, pero a pesar de que por día son alejadas del camellón central cerca de 10 personas, en su mayoría regresan, pues no tienen otro trabajo.

Trabajo. Francisco Javier, originario de Monterrey Nuevo León, platicó que él y su esposa junto a sus cuatro hijos no mayores de 7 años, llegaron a esta ciudad hace más de un año, pero debido a que no cuenta con papeles personales, como acta de nacimiento, cartilla militar entre otros, no a podido encontrar empelo y se pone en los cruceros donde lanza diésel con la boca a una antorcha encendida con fuego, para acumular unas monedas y dar de comer a su familia. Dijo que sabe el peligro que corren sus seres queridos al acompañarlo, pero argumentó que no tiene con quien dejarlos.

Vigilancia. El Subdirector Ramírez finalizó diciendo que seguirán retirando a estas personas cuantas veces sean sorprendidas en los cruceros del Bulevar Pape.

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