Auza instó nuevamente a gobernaciones y municipios a reforzar las medidas de bioseguridad para evitar un nuevo incremento de casos.
La Paz.- El Ministerio de Salud de Bolivia reportó un descenso del 48 % en los casos de la COVID-19 la semana pasada en comparación con el mismo periodo anterior lo que "confirma" la desescalada de la cuarta ola que afectó al país.
El ministro de Salud, Jeyson Auza, presentó este lunes el reporte semanal de la pandemia, que establece que en los últimos siete días se reportaron 6,090 casos y una disminución de 5,543 "en relación a la semana anterior", en la que hubo 11,633.
En tanto se registraron 88 decesos, algo que Auza destacó al considerar que también hubo una disminución de los casos fatales y que la tasa de letalidad en el cuarto pico es de 0,6 %.
El ministro explicó que los nueve departamentos del país "han registrado una disminución de casos" puesto que Santa Cruz reportó -32 %, Beni -59 %, Pando -51 %, Cochabamba -57 %, Chuquisaca -55 %, Tarija -47 %, La Paz -61 %, Oruro -50 % y Potosí -52 %.
"Bolivia continúa en desescalada, tenemos la quinta semana consecutiva en disminución de casos", remarcó Auza.
La cuarta ola tuvo su momento más crítico entre finales de diciembre y principios de enero, cuando los casos diarios de la enfermedad superaron los 14,000.
Bolivia acumula 21,378 decesos y 889,747 casos confirmados desde la llegada de la pandemia en marzo de 2020, mientras que 92,550 pacientes mantienen activa la COVID-19.
Gracias al proceso de vacunación que comenzó hace un año se ha logrado la aplicación de 12,434.582 vacunas entre primeras, segundas y terceras dosis además de inmunizaciones únicas a mayores de 5 años que conforman una población vacunable de 10.2 millones.
Esto equivale a que en el país se tiene una cobertura de 67.4 % en primeras dosis y 54.2 % en segundas dosis, mientras que en menores de 18 años un 44.1 % ha recibido el primer componente de vacunación, detalló el ministro.
Auza resaltó que este año se ha conseguido la aplicación de más de 2.6 millones de vacunas.
Los niveles de inmunización alcanzaron sus mejores registros en las primeras semanas de enero cuando estaba vigente la exigencia del carné de vacunación, una medida que se suspendió ante las protestas de grupos antivacunas pertenecientes a sectores sociales afines al Gobierno.
Ante el inicio de los festejos de carnaval, Auza instó nuevamente a gobernaciones y municipios a reforzar las medidas de bioseguridad para evitar un nuevo incremento de casos y también a "asumir previsiones" para un posible efecto posterior tras esas fiestas.