Las sombras azules tuvieron un gran momento en los años 60 con los tonos pastel cremosos inspirados en Twiggy, mientras que en los 80 se llevaban tonos más profundos hasta las cejas. Y, por supuesto, a principios de la década de 2000, los tonos azules bebé escarchados reinaban. Pero luego el look pareció desaparecer del mapa y la década de 2010 se cambió por tonos más cálidos, al tiempo que se disparaban tanto los looks de maquillaje de Instagram como los de no maquillaje. Este año, siguiendo el patrón de hace 20 años, parece que los párpados azules están volviendo, y los maquilladores, las celebridades y las chicas cool están dispuestos a darle otra oportunidad al tono. Las sombras azules son como el spray para el cabello del maquillaje: ambos resultan sorprendentemente versátiles y pueden elevar totalmente cualquier look, pero a lo largo de los años se han ganado mala fama.