Ni Santos de la Laguna ni el FC Juárez lograron buenas jugadas que gustaran al público que finalmente los abucheó a ambos cuadros.
Espectáculos con la mínima calidad de futbol como el que mostraron FC Juárez y Santos Laguna no le hacen bien a la liga mexicana. Los asistentes que se atrevieron a ir al estadio Olímpico Benito Juárez fueron pacientes, pero tras el 0-0 se vino una tormenta de silbidos.
Santos llegó como el peor equipo del torneo, eso los impulsó para buscar salir de se sitio, pero no les alcanzó. Lo de Bravos causó más decepción, estaban en casa, recibieron al sotanero y prefirieron ser cautelosos. El juego pudo ser de cualquiera, todo era cuestión de acelerar. FC Juárez está escalones más arriba que los laguneros en la tabla general, sin embargo, los Guerreros tienen un mejor plantel. Ricardo Ferretti no quiso, el Tuca se encerró y buscó arranques de sus delanteros, pero no les funcionó. La mezcla de un equipo rocoso y otro que deambula en las penumbras del torneo arrojó un juego para el olvido. Lo más destacado del partido fue una finta de Harold Preciado, el colombiano recortó a Alejandro Arribas, tiró, pero Hugo González estiró la mano para sacar el balón. Esa jugada fue la más peligrosa del peligro, sucedió en el primer tiempo, el resto del partido le ofreció poco a la tribuna, hasta hilar 7 u 8 pases les costó a los veintidós combatientes. El espectáculo fue nulo, hasta la comunicación del árbitro con la cabina del VAR falló. Fernando Hernández tuvo que pitar gran parte del segundo tiempo sin el apoyo de la tecnología, al menos no en su oído, todo fue a través de un walkie talkie que cargó el cuarto árbitro Maximiliano Quintero.
Desabrido. El juego no auguraba muchas emociones, pero tampoco era para observar tan poco.
FC Juárez tiene a jugadores como Anderson Leite, Flavio Santos y Gabriel Fernández, lo de Santos es más preocupante, los Guerreros poseen a elementos con talento como Brian Lozano, Félix Torres, Omar Campos, Harold Preciado y Lalo Aguirre, pero ninguno pudo hacer algo.
El partido fue de más a menos, el balón rodó con pereza, nadie lo supo tratar bien.
Movimientos. Los cambios tampoco fueron la solución, Martín Galván de los locales y Leo Suárez de los santistas, le inyectaron miligramos de calidad al juego, sin embargo, no fue suficiente para ponerle diversión a la noche.
Carlos Acevedo se lanzó por primera vez en el juego hasta el minuto 80.
Esa estadística reflejó lo que fue Bravos, atrás y temerosos.Los Guerreros terminaron el juego como si no estuvieran en el último lugar de la tabla general, mientras que los Bravos se conformaron con sumar un punto y seguir en la zona de repesca.
Fernando Hernández agregó 5 minutos, ese tiempo solo alargó el martirio de los asistentes y de los televidentes. se retiraron a casa. Qué decepción se llevaron.