Calderón es considerada como un símbolo de resistencia cultural entre los indígenas por su lucha en la conservación del idioma yagán, o yámana, un lenguaje no escrito y melódico.
Santiago de Chile.- Cristina Calderón, última hablante nativa de la lengua yagán, una etnia indígena chilena que habita el extremo sur de Latinoamérica, falleció este miércoles a los 93 años.
Conocida popularmente como "La abuela Cristina", Calderón fue reconocida por el Gobierno como un "tesoro humano vivo" hace más de una década por su trabajo y su tesón en la preservación de una cultura en decadencia.
"Hoy falleció mi madre, depositaria de nuestras tradiciones, última hablante activa del yagán. Con ella se va parte importante de la memoria cultural de nuestro pueblo", tuiteó su hija, Lidia Calderón, tras anunciar su fallecimiento.
La joven Calderón es uno de los 155 miembros de la asamblea que redacta la nueva Constitución chilena y ocupa uno de lo 17 escaños reservados para pueblos originarios.
"Me llega muy al corazón. Cristina es una mujer luchadora que trabajó siempre por su pueblo y por su lengua. Nos enseñó a todos cómo defender los idiomas", agregó por su parte la ex presidenta de la convención constituyente y académica indígena Elisa Loncón.
Soportando temperaturas y vientos extremos, los yaganes eran un grupo nómada de expertos navegantes que habitó hace más de 6,000 años el archipiélago de Tierra del Fuego, en el extremo sur de Latinoamérica, en territorio chileno y argentino.
Son uno de los siete pueblos originarios reconocidos en la Ley Indígena chilena y según el último censo, su población actual ronda los 1,600 miembros (un 0.1 % de la población total).
Al igual que otras etnias, el número de yaganes mermó significativamente (casi un en 50 %) tras la llegada de los colonos a Chile en el siglo XIX.
Actualmente, los descendiente viven en varias comunidades, la más numerosa la de Villa Ikika, cerca de Puerto Williams, la ciudad habitada más austral del planeta.
Calderón es considerada como un símbolo de resistencia cultural entre los indígenas por su lucha en la conservación del idioma yagán, o yámana, un lenguaje no escrito y melódico.
"Su cariño, enseñanzas y luchas desde el sur del mundo, donde todo comienza, seguirán vivos por siempre", dijo en redes sociales el presidente electo, el izquierdista Gabriel Boric.