El Ministerio Público nicaragüense señaló que Torres murió a causa de una “enfermedad" de la que no dio detalles.
Bruselas,- La Unión Europea (UE) lamentó hoy el fallecimiento del histórico exguerrillero sandinista Hugo Torres, que se encontraba detenido en Nicaragua, y pidió una “investigación rápida e independiente” de su muerte.
“Nuestro más sentido pésame a la familia de Hugo Torres. La UE pide una investigación rápida e independiente de su muerte”, indicó a través de su perfil oficial en Twitter Peter Stano, portavoz del alto representante comunitario para Asuntos Exteriores, Josep Borrell.
Además, el portavoz reiteró el llamamiento de la UE a “la liberación inmediata e incondicional de todos los presos políticos, sujetos a condiciones de detención inhumanas” en Nicaragua.
Torres, de 73 años, falleció en detención el pasado día 12, ocho meses después de haber sido arrestado por el Gobierno del presidente Daniel Ortega, a quien rescató de la cárcel en 1974 durante la lucha contra la dictadura de Anastasio Somoza.
El Ministerio Público nicaragüense señaló que Torres murió a causa de una “enfermedad" de la que no dio detalles.
El exguerrillero, que "presentó deterioro en su estado de salud”, fue trasladado a un hospital de la capital “para ser atendido de manera adecuada, donde siempre estuvo acompañado por sus hijos Hugo Marcel y María Alejandra, así como por su yerno Alejandro Ernesto Martínez, sin embargo, falleció a causa de los padecimientos que tenía", dijo el organismo judicial.
El Ministerio Público había acusado a Torres, detenido el 13 de junio de 2021, de delitos considerados "traición a la patria”.
Ortega, inició el 10 de enero su quinto mandato de cinco años, cuarto consecutivo y segundo junto a su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, con nuevas sanciones de Estados Unidos y la UE contra dos de sus hijos, allegados y tres instituciones nicaragüenses.
La UE aplicó las primeras sanciones contra Nicaragua en 2020 a raíz de la represión de protestas en el país y en total afectan a 21 personas.
La última ronda de sanciones la empezó a preparar la UE tras las elecciones del pasado mes de noviembre en las que volvió a imponerse Ortega y que los Estados miembros no reconocieron al considerarlas fraudulentas, ya que los principales líderes de la oposición están encarcelados.