Una persona que se ama profundamente, es incapaz de hacerse daño.
Pensar en amar, debería tener un fondo más sólido, que pensar en una persona, debería en todo caso centrarse en uno mismo, de donde parte nuestro mundo. Así como la fidelidad, ser leal con uno mismo, hace de nuestra vida, un instante más llevadero. Amable lector, hoy quiero hablarles del amor.
Sería formidable encontrarse todo el tiempo con personas que se aman profundamente, nos evitaríamos mucho desgaste emocional y claro, todo nuestro bienestar correría por cuenta propia, así como la felicidad. No quiero que con esto se piense que podemos caer en el egocentrismo, más bien en darnos cuenta de cuanto valemos para así demostrarnos lo grandes que podemos ser.
En esta oportunidad tan maravillosa de encontrarme con ustedes, al empezar al teclear, pensé en mil temas que podría llevar a su mente, luego salió una notificación en la computadora que me obligó a mirar la hora y la fecha, me di cuenta que hoy es Día del Amor… y de la Amistad.
Entonces, me puse a pensar, cuantas decisiones se han tomado allá arriba, y no, no me refiero a Diosito, que por cierto que él me los cuide y guarde, más bien me refiero a todas aquellas autoridades que han tomado las decisiones dentro de esta pandemia, dentro de esta crisis económica; estoy convencida que, si son personas que se aman y aman a los suyos, las decisiones que se tomaron fueron, simplemente las mejores, para usted, para mí, para todos.
Y es que la base de todo es el amor, sí, es lo que mueve el mundo, el amor a lo que hacemos, el amor a la familia, a los amigos, cuando uno realmente ama, no hace daño, no lastima. Y lamentablemente hoy veo un mundo que pasa por mucho, por los momentos más difíciles de su vida.
Ahora no solo se batalla para completar para las tortillas, el huevo, el gas, que por cierto ayer tuvo un incremento, también en cuidarnos del COVID-19, porque el oxígeno cuesta mucho. Total, que todo se resume a dinero; dinero, es lo que menos hay, bueno al menos en la mayoría de las familias mexicanas.
Creo sublimemente que una persona que se ama profundamente, es incapaz de hacerse daño, tampoco de lastimar a los demás, y es precisamente ese amor el que nos levanta todos los días, lamentablemente hay muchos hogares donde este sentimiento tan maravilloso y renovador, no existe y de ahí crecen asesinos, ladrones, violadores, ladrones en potencia. Uno no pude dar lo que no tiene, y si realmente nunca se sembró en esas personas el amor, jamás podrá sentirlo, mucho menos darlo.
Aquellas autoridades que se mueven por el dinero, que nos ven como número y no como personas, que no aman, tomarán entonces decisiones que excluyan a muchos, como por ejemplo el derecho a la salud de calidad, donde no haya carencias, donde el panorama fuera distinto, donde hubiera menos muertos, donde ya todos estuviéramos vacunados.
Pero, tristemente eso no lo podemos cambiar usted o yo, o no al menos de un día para otro porque nada es imposible, lo que sí podemos hacer, es iniciar hoy amándonos, y como dice uno de los mandamientos más importantes de Dios, “Ama a tu prójimo, como a ti mismo”, ese comienzo, nos llevaría a una sociedad más pacífica, más alegre, más exitosa, aplaudir los éxitos de los demás, confiado en que pronto llegarán los tuyos, entender que hay procesos difíciles, pero que todo pasa, confiar en que la felicidad es una tarea diaria, no un objetivo a futuro.
Les recuerdo, que se obtiene más en el dar, que en el recibir. A final de cuentas, si lo pensamos, siempre volvemos a las personas y lugares que nos hicieron feliz, sentirnos amados. Para que darle tantas vueltas.