Apostaron por "mantener abierto el diálogo" con Moscú pero mostrando "una firme postura disuasoria".
Roma.- El Ministerio de Exteriores de Italia aconsejó hoy a los italianos en Ucrania abandonar temporalmente el país debido a las tensiones con Rusia y retiró el personal no esencial de su embajada en Kiev, que seguirá "plenamente operativa".
"En relación con la actual situación, como precaución, se invita a los connacionales a abandonar temporalmente Ucrania con los medios comerciales disponibles", indica el ministerio italiano en un comunicado emitido por su Unidad de crisis.
Asimismo Italia recomienda "retrasar todos los viajes no esenciales" a Ucrania y, en caso de encontrarse irremediablemente en el país, registrarse en un portal de internet del Ministerio y descargarse la aplicación de geolocalización de la Unidad de Crisis.
Por último se "desaconseja" cualquier viaje a las regiones de Donetsk y Lugansk (este), autoproclamadas repúblicas populares.
Posteriormente, el ministro de Exteriores italiano, Luigi Di Maio, tras reunir hoy a su Unidad de Crisis, anunció su decisión de "hacer volver al personal no esencial" de su sede diplomática en Kiev, que "permanecerá en todo caso plenamente operativa".
La medida ha sido tomada de acuerdo con las embajadas de la Unión Europea en Ucrania.
Rusia sigue negando su intención de invadir Ucrania, mientras continúa aumentando su presencia militar en la frontera ucraniana.
Roma sigue de este modo a otros países que han pedido a sus ciudadanos en UCrania que abandonen el país, como Estados Unidos, Reino Unido, Noruega, Holanda, Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda y España.
El primer ministro italiano, Mario Draghi, apostó por el diálogo y por las "sanciones graves" contra Rusia en caso de que intervenga en Ucrania, durante una videoconferencia ayer por la tarde con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, según fuentes italianas.
En el encuentro participaron el presidente francés, Emmanuel Macron, el canciller alemán, Olaf Scholz, el primer ministro británico, Boris Johnson, el jefe de Gobierno de Canadá, Justin Trudeau, el presidente polaco, Andrzej Duda, y el de Rumanía, Klaus Iohannis.
También la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von Der Leyen, el titular del Consejo Europea, Charles Michel, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
Apostaron por "mantener abierto el diálogo" con Moscú pero mostrando "una firme postura disuasoria" para aplicar los acuerdos de Minsk.
Además se estudiaron las sanciones que serían adoptadas en caso de una agresión a la integridad territorial de Ucrania.