La tasa acumulada de ingresos en siete días se sitúa en 5.41 por cada 100,000 habitantes.
Berlín.- La incidencia acumulada en Alemania marca un nuevo máximo consecutivo, mientras el ministro de Sanidad, Karl Lauterbach, descarta que la variante ómicron suponga el fin de la pandemia, aunque mira con optimismo al verano.
Así, la incidencia subió hasta los 1,441 nuevos contagios por cada 100,000 habitantes en siete días, frente a 1,426.0 ayer, 1,206,2 hace una semana y 335.9 hace un mes, según datos del Instituto Robert Koch (RKI) de virología actualizados la pasada madrugada.
Los nuevos contagios en 24 horas sumaron 169,571, frente a 162,613 hace una semana y se reportaron 177 muertos, frente a 188 siete días atrás, mientras la cifra de casos activos se sitúa en unos 2,911.100.
El ministro de Sanidad expresó en declaraciones al semanario "stern" su temor a un empeoramiento de la situación con nuevas mutaciones. "En estos momentos, el virus tiene las mejores condiciones para seguir desarrollándose, es epidemiológicamente inimaginable que con estas elevadas cifras de contagio no aparezcan nuevas mutaciones", afirmó.
Descartó que con ómicron la pandemia esté superada y agregó: "Sólo podemos esperar que las nuevas mutaciones sean más inocuas. De momento este lamentablemente no ha sido el caso".
Aún así, Lauterbach mira con optimismo hacia el futuro al asegurar que "volveremos a tener un superverano como el del año pasado".
Desde el inicio de la pandemia, 11,287.428 personas han dado positivo por COVID-19 y 118,943 han muerto; 8,257.400 se han recuperado de la enfermedad.
La tasa acumulada de ingresos en siete días se sitúa en 5.41 por cada 100,000 habitantes y la ocupación en las ucis de pacientes con COVID-19 es del 10.5 % de las camas destinadas a la población adulta.
Hasta el domingo, el 76.0 % de la población (63.2 millones de personas) había sido vacunada, el 74.4 % (61.9 millones) con la pauta completa, mientras el 54.3 % (45.2 millones) había recibido ya una dosis de refuerzo.