En catedral sepultan a obispo

La misa para el obispo emérito Francisco Villalobos Padilla fue celebrada ante  decenas de feligreses

Bajo los cimientos de la Catedral de Santiago, su casa por más de 50 años durante su labor sacerdotal, fue sepultado el obispo emérito de Saltillo, Francisco Villalobos Padilla.

Catedral. Rodeado de 45 óleos de la época virreinal, retablos barrocos y una multitud de columnas salomónicas rematadas por la concha del Apóstol Santiago, su cuerpo descansará en una cripta a lado de otros obispos de Saltillo.
A la última celebración litúrgica de cuerpo repente, asistieron los sacerdotes de la Diócesis y encargados de diferentes servicios pastorales; políticos como el alcalde de Saltillo, José María Frausto y el Secretario de Gobierno, Fernando De las Fuentes.
Así como el pueblo católico que abarrotó las bancas de la Catedral de Saltillo, además de recorrer el pasillo central para la veneración del Obispo en el atrio, desde las primeras horas del día y hasta su sepultura. El olor de copal inundó la ceremonia religiosa y la música sacra rompió el silencio en que permanecía la Iglesia pues todo Saltillo Católico estaba de luto.
Frente al féretro, sus familiares más cercanos perdieron la mirada en la luz de los cirios que lo redoraban y los sacerdotes hicieron guardia a un costado.
“En medio de la tristeza está la gratitud, un gozo espiritual pues su ejemplo de vida y testimonio nos demuestra y deja huella de que sus enseñanzas seguirán”, comentó el Obispo Hilario González.
Entregó la vida al pueblo de Dios desde la generosidad, la sencillez y la cercanía, agregó, una prueba más del amor de Dios para su pueblo. Familiares del Obispo, aseguraron que además de recibir la bendición de él como sacerdote fue una bendición llevar la misma sangre pues también desde muy joven dio ejemplo de la entrega y amor por una vocación.Al final de la celebración el féretro fue trasladado a la cripta mientras la comunidad católica continuaba en oración para dar el último adiós al Obispo Emérito.

Guadalajara. La lápida que cuenta con su nombre detalla que nació el 1 de febrero de 1921 en Guadalajara, así como las fechas de su ordenación sacerdotal, episcopal y como obispo de la Diócesis de Saltillo, en 1975; la fecha en que empezó como obispo emérito y, finalmente, la de su fallecimiento. La cripta se ubica a un lado de las de los obispos Luis Guízar y Jesús María Echavarría y será el tercer prelado cuyos restos reposen en este lugar.
La cripta se localiza al lado derecho de la Catedral, bajo un piso de madera del cual hay que descender a través de 13 escalones. Fue destinada para monseñor Villalobos Padilla y, desde hace 41 años, cuando murió el obispo emérito, Luis Guízar, no se había utilizado.

En su misericordia, Dios le dio a Saltillo un pastor con un corazón semejante al suyo, a través del obispo emérito Francisco Villalobos Padilla, aseguró el Vicario General de la Diócesis de Saltillo, Gerardo Escareño, durante la misa de exequias, la mañana de este domingo.  En punto de las 8:00 de la mañana, la Catedral de Saltillo abrió sus puertas para que el obispo Hilario González, acompañado del presbiterio y de la feligresía, recibiera el féretro del obispo emérito, quien falleció el pasado 3 de febrero. Fue el vicario general de la Diócesis, Gerardo Escareño quien ofrecio la misa

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