"Ser médico salva vidas, pero un Fisioterapeuta hace que valga la pena vivirlas".
¿Cuándo fue qué decidiste que la fisioterapia era a lo que te querías dedicar?
"Desde pequeño siempre me ha gustado ayudar a las personas, por ende, me ha gustado mucho el área de la salud. Decidí irme por la fisioterapia porque es una carrera muy noble. Hay un dicho que dice 'ser médico salva vidas, pero un Fisioterapeuta hace que valga la pena vivirlas' porque muchas veces el paciente pasa por un proceso el cual hace que su vida sea difícil, hablando físicamente, y un fisio va a ayudar a la persona a salir adelante y recuperar esa independencia".
¿Fue difícil estudiarlo?
"Sí, fue muy difícil. La fisioterapia como cualquier otra rama de la salud requiere mucho estudio, mucha lectura, y es algo que yo no tenía arraigado, el hábito de la lectura. Tienes que estudiar toda la anatomía del cuerpo humano".
¿Cuál ha sido tu mejor experiencia?
"La mejor experiencia que he tenido ha sido ver rehabilitado a un paciente, yo creo que esa es la mejor experiencia que tienes como profesional. Es una satisfacción que no puedes describir con palabras y no solo con uno, sino, con todos".
¿Cuál ha sido tu mayor reto como profesional?
"Mi mayor reto ha sido diferenciarlo de los demás. Hay Fisioterapeutas de montón al igual que otras profesiones, pero en esto lo que te diferencia de ellos es el abordaje al paciente. En el momento de la consulta tienes que detectar que es lo que le está pasando en la persona, un buen fisio va más allá".