El militar fue torturado hasta la muerte y la última vez que se le vio con vida, cuando fue presentado ante un tribunal.
Caracas,- El líder opositor venezolano Juan Guaidó aseguró este viernes que hay una "persecución interna" en el seno del chavismo, tras el anuncio hecho ayer por la Fiscalía del arresto de un exalcalde oficialista en una operación contra el contrabando de combustible.
"Sigue la persecución interna en el régimen (de Nicolás Maduro) y la guerra de carteles. También la tortura como mecanismo de terror a los que le son incómodos por cualquier razón", escribió Guaidó en su cuenta de Twitter.
El exdiputado acompañó su mensaje de otro tuit de ayer de la Fiscalía, en el que el Ministerio Público anunciaba el arresto del exalcalde del municipio Pedro María Freites, ubicado en el céntrico estado Anzoátegui, el chavista Daniel Haro Méndez.
Haro Méndez fue arrestado en un operativo en el que fue desmantelado un grupo "que se dedicaba al desvío y comercialización ilegal de gasolina para abastecer a grupos irregulares que se dedican a la minería ilegal", explicó ayer el fiscal general, Tarek William Saab, en una declaración.
En la misma también fueron arrestados el alcalde del municipio Independencia (Anzoátegui), el chavista Carlos Rafael Vidal; el comandante de la Tercera Compañía de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, Policía militarizada) en Independencia, Antonio José Barrios, y el fiscal superior del estado Bolívar, Manuel Gil Da Silva, unas aprehensiones que ya habían sido reportadas.
En total, han sido detenidas 17 personas, incluyendo también a los exfiscales superiores de los estados Bolívar y Delta Amacuro.
Al respecto, Guaidó denunció que "en los calabozos del (Dirección General de Contrainteligencia Militar) DGCIM continúan prácticas que ya asesinaron al capitán Acosta Arévalo" y exigió a las autoridades que "respondan" acerca de lo que sucede en la prisión de Boleíta.
La muerte del capitán Rafael Acosta Arévalo en 2019 despertó la indignación en Venezuela porque, según su defensa y portavoces de la oposición, el militar fue torturado hasta la muerte y la última vez que se le vio con vida, cuando fue presentado ante un tribunal, no podía mantenerse en pie o hablar.
Dos tenientes de la Fuerza Armada venezolana fueron imputados en octubre de 2020 por los delitos de tortura y homicidio del capitán, quien estaba preso tras ser acusado de golpista por el Gobierno.