La venta de niñas y de adolescentes con fines matrimoniales o de unión temprana es una conducta reprochable tanto a nivel social como político, advirtió la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna), por lo que llamó a todas las instancias competentes a generar acciones urgentes a fin de prevenir nuevos casos y dar protección a quienes requieran ayuda de las autoridades.
En reunión interinstitucional, la encargada de despacho de la Secretaría Ejecutiva de la Sipinna, Constanza Tort San Román, subrayó que desde el año pasado se convocó a autoridades de la Administración Pública Federal y estatal, la academia, organizaciones de la sociedad civil y organismos internacionales, para establecer acciones conjuntas que lleven a comprender y erradicar la llamada "venta de niñas con fines matrimoniales o de unión temprana".
Explicó que, a partir de casos difundidos en medios de comunicación durante 2021, la Secretaría Ejecutiva de la Sipinna asumió la responsabilidad de convocar a instancias federales para que, juntas y articuladamente, puedan generar acciones para acabar con este flagelo desde su raíz.
"Los derechos humanos de nuestras niñas y adolescentes son inalienables. Las condiciones de violencia y perjuicio que enfrentan muchas comunidades plantean retos y nos obligan a asumir medidas extraordinarias para que este sector de la población logre todos sus sueños y esperanzas en completa autonomía", planteó.
Constanza Tort San Román, señaló que a partir de este diálogo se contará con un documento donde se recopilen conceptos, criterios y categorías clave sobre la venta de niñas con fines de matrimonio forzado, lo que permitirá construir políticas necesarias en los territorios y las comunidades con mayor incidencia del problema.
Los representantes de las instituciones estratégicas participantes concluyeron en la necesidad de trabajar desde los diferentes frentes para lograr una solución que no discrimine a las poblaciones indígenas y sus dinámicas matrimoniales y, si es el caso, redefinir el concepto de usos y costumbres, con el propósito de que estén acordes con el respeto a derechos de las niñas y las adolescentes y respeten el límite de no vulneración de derechos humanos.
La encargada de despacho de la Secretaría Ejecutiva de la Sipinna destacó que también se escuchará la opinión de las niñas y las adolescentes que enfrentan esta problemática y, con base en lo que sienten y piensan, se formularán nuevas acciones.
También se impulsará la unificación de los códigos penales sobre la violencia sexual en contra de las niñas y las adolescentes, y la revisión de las normas que puedan ser discriminatorias hacia ellas, y que consideren que existen matrimonios que tienen como base la violencia estructural.
Asimismo, para efectos del empoderamiento de niñas y adolescentes deben contemplar las condiciones de pobreza en la que viven muchas comunidades.