Estas son las ventajas de entrenar por la mañana y por la tarde.
Realizar cualquier actividad física depende exclusivamente de la disponibilidad de cada uno. Aunque, existen otros factores externos como dieta, descanso, disciplina deportiva, etc., que juegan un papel más importante que el momento del día en el que se realiza el ejercicio. Lo principal, si el objetivo es ponerse en forma, es intentar combinar estas variables. Gracias a ello y, a la constancia en la actividad deportiva, se pueden alcanzar los objetivos deseados del entrenamiento.
Queda claro que el mejor momento para hacer deporte dependerá de los objetivos de cada uno y de su nivel de exigencia, es por eso que te presentamos las ventajas de entrenar por la mañana y por la tarde.
Ventajas de entrenar por la mañana
- Ayuda a establecer una rutina, porque entrenar a primera hora no deja sitio para las excusas "por falta de tiempo"; por la tarde las obligaciones se acumulan.
- Mejora el ciclo de sueño. Levantarse temprano puede costar, pero si eliges este hábito se favorece el ritmo circadiano que hace que el cuerpo esté alerta por la mañana y cansado por la noche, lo que nos ayudará a dormir mejor y esto a ganar musculatura.
- Quema más grasa. Entrenar en ayunas quema más grasa que hacerlo después de una comida, porque el cuerpo utiliza las reservas de grasa para hacer el ejercicio. También hay estudios que aseguran que la quema de calorías posterior al ejercicio también es mayor cuando se hace por la mañana, lo que ayuda a perder peso.
- Aumenta la energía. Hacer ejercicio nada más levantarnos nos activa y nos pone alerta. Y, además, favorece la concentración.
- Mejora el estado de ánimo. Como decíamos, las endorfinas y hormonas de la felicidad que se segregan consiguen que nos sintamos bien y animados mucho después de hacer ejercicio.
Ventajas de entrenar por la tarde
- El rendimiento físico es mejor. Según las últimas investigaciones, quienes hacen ejercicio por la noche tardan hasta un 20% más en llegar al punto de agotamiento. Es decir, la fuerza muscular, la flexibilidad y la resistencia son mejores por la noche que por la mañana.
- Se necesita menos calentamiento. El cuerpo va "calentando" a lo largo de toda la jornada, así que se precisa menos tiempo para alcanzar el ritmo óptimo de entrenamiento.
- Las hormonas te ayudan. Especialmente en el caso de los hombres, que producen más testosterona en los entrenamientos vespertinos que en los matutinos, lo que aumenta su fuerza.
- Alivia el estrés. Hacer ejercicio por la noche ayuda a librarse de las preocupaciones de la jornada. Las endorfinas que se producen con el deporte harán que lleguemos a la cama mucho más relajados.
- Favorece hábitos saludables. La rutina de ir al gimnasio por la tarde reemplaza las malas costumbres por otras mucho más sanas.