West y los Lakers llevan varios años de acusaciones y roces por diversos asuntos.
Los Ángeles (EU).- Jerry West, una de las grandes leyendas de la NBA, cargó este martes con dureza contra el equipo en el que jugó toda su trayectoria, Los Angeles Lakers.
"Una cosa decepcionante (de mi carrera) es que mi relación con los Lakers es horrible", dijo en una entrevista con el portal The Athletic.
"Todavía no sé el porqué. Al final, cuando echo la vista atrás, digo: 'Bueno, quizá tendría que haber jugado en otro equipo en lugar de los Lakers, un lugar en el que al menos apreciaran cuánto les diste y cuánto te importaba'", añadió.
El ahora asesor de Los Angeles Clippers subrayó con claridad la brecha que le separa de los Lakers.
"Jugué para mis compañeros y para los fans. No jugué para la franquicia", apuntó.
West, que hace unos meses contó en NBA.com que los Lakers le habían retirado su abono de temporada vitalicio y el de su esposa, dijo que ya no espera una reconciliación con el equipo angelino.
"No, es demasiado tarde", cerró.
West y los Lakers llevan varios años de acusaciones y roces por diversos asuntos como, entre otros, la salida de su hijo Ryan West del organigrama de la franquicia o el fichaje de Kawhi Leonard por los Clippers.
Mucho antes de eso, West jugó 14 temporadas (1960-1974) para los Lakers y se convirtió en un icono absoluto de la franquicia de púrpura y oro.
West solo ganó un anillo de la NBA (1972) ya que se topó una y otra vez con los todopoderosos Boston Celtics de Bill Russell.
Pero aun así se convirtió en uno de los jugadores más recordados de la liga, tanto que su silueta dio forma al logotipo de la NBA (uno de los apodos de West es "The Logo").
West fue elegido 14 veces para el All-Star, promedió 27 puntos a lo largo de su carrera y es el único jugador en la historia de la NBA que ha sido elegido MVP de las Finales (1969) sin haberse llevado el anillo ese año.
Su legado como jugador en los Lakers es casi tan importante como su huella como ejecutivo.
West fue uno de los grandes responsables en la ejecutiva de los míticos Los Angeles Lakers de los años 80, una brillante época del equipo conocida como "Showtime" por el espectacular y explosivo baloncesto que practicaron con jugadores como Earvin "Magic" Johnson y Kareem Abdul-Jabbar y que acabó llevándose los anillos de 1980, 1982, 1985, 1987 y 1988.
En los despachos de los Lakers estuvo hasta el año 2000, por lo que construyó el entramado para los tres campeonatos seguidos (2000, 2001 y 2002) que ganaron el equipo liderado por Shaquille O'Neal y Kobe Bryant.