Los investigadores realizaron trasplantes de estas poblaciones celulares a la corteza cerebral de ratones jóvenes.
Valencia (España).- Un equipo internacional de investigación ha identificado en el cerebro de fetos una población de neuroblastos que migran a la corteza cerebral y dan lugar a interneuronas de tipo inhibidor, averiguando así el punto de partida de una organización celular que es esencial para el buen funcionamiento del cerebro.
El trabajo, publicado en la revista Science, está liderado por la University of San Francisco y cuenta con la participación del institutos y hospitales de la ciudad española de Valencia.
Según explican desde la Universidad de Valencia (UV), de la corteza, la región más compleja del cerebro humano, emanan las emociones, el habla y el pensamiento mismo; sus funciones se regulan mediante el balance entre la actividad de las neuronas excitadoras, que se activan para enviar señales a otras células, y las inhibidoras, que afinan la actividad de las primeras. Ambas son fundamentales para mantener el equilibrio cerebral.
Para comprender el funcionamiento de la corteza cerebral, en condiciones normales y patológicas, es necesario conocer dónde se generan sus células embrionarias, cómo se organizan o cómo se produce su migración desde el lugar de origen hasta la corteza."Ese recorrido es imprescindible, ya que, si estas no llegan a alcanzar su destino o se producen defectos en la migración, el cerebro se desestabiliza y pueden aparecer patologías como el autismo, la epilepsia o la esquizofrenia", trastornos del neurodesarrollo que afectan a más de un 5 % de la población.
El trabajo, que Science ha calificado de "highlighting" o "artículo relevante", identifica con precisión en el cerebro de fetos una población de neuroblastos células embrionarias precursoras de las neuronas que migran a la corteza cerebral y dan lugar a interneuronas de tipo inhibidor.
Estos neuroblastos se localizan en la llamada Eminencia Ganglionar Medial (EGM), una prominencia anatómica que contacta con la cavidad ventricular del cerebro humano.
“Aunque esta migración se conocía en ratones, no se sabía con detalle cómo estaban organizadas en esta región en humanos”, comenta José Manuel García Verdugo, catedrático de Biología Celular de la Universidad de Valencia y uno de los investigadores senior en el proyecto.“Ahora estamos estudiando los detalles de esa migración y, aunque los resultados de este trabajo no tendrán aplicación a corto plazo para la curación de patologías relacionadas con neuronas inhibidoras, un conocimiento más profundo de este proceso ayudará a comprender el comportamiento de los neuroblastos durante el desarrollo, así como su implicación en patologías asociadas”, concluye.
Titulado “Nests of dividing neuroblasts sustain interneuron production for the developing human brain”, el artículo en Science explica que el equipo científico buscó caracterizar la organización de estas células en la EGM, observando la formación de pequeños grupos de células muy proliferantes y asociadas entre ellas.
Entre estos grupos, indica el texto, se intercalan expansiones de células radiales a modo de columnas que parten de la superficie ventricular y que marcan, como guías, el camino de migración hacia la corteza cerebral.
Además, los investigadores realizaron trasplantes de estas poblaciones celulares a la corteza cerebral de ratones jóvenes y observaron que las células migran por las regiones corticales y subcorticales, al tiempo que siguen dividiéndose y diferenciándose en interneuronas maduras, añaden las fuentes.