La concentración fue convocada una nueva corriente que se autodenominaba "sudaneses contra la injerencia extranjera".
Jartum.- Unas 2,000 personas se manifestaron este miércoles en Jartum frente al cuartel general de la misión de la ONU en Sudán, que auspicia una iniciativa de diálogo para resolver la crisis política propiciada por el golpe de Estado de octubre, para rechazar su injerencia en los asuntos internos del país.
La concentración fue convocada una nueva corriente que se autodenominaba "sudaneses contra la injerencia extranjera" y en ella participaron otras corrientes políticas y sociales de líderes sufíes y tribales.
Los manifestantes portaban banderas sudanesas y algunos de ellos llevaban pancartas con lemas como “Respeto a la soberanía nacional”, y “Porque somos un país soberano, rechazamos su injerencia en nuestros asuntos internos”.
También corearon consignas como "No te queremos Volker", y "No interfieras, Volker", en referencia al jefe de la Misión Integrada de Asistencia para la Transición en Sudán (UNITAMS), Volker Perthes.
El portavoz de los manifestantes, Ozman al Bashir, proclamó antes los convocados que ellos apoyan a Sudán, pero que están en contra de la injerencia extranjera, y exigió al gobierno que expulse a Perthes y a algunos embajadores de países occidentales que "meten la nariz en los asuntos de Sudán".
La UNITAMS aseguró en su cuenta de Twitter que se encuentra en Sudán por un mandato del Consejo de Seguridad de la ONU, pero que defiende la libertad de expresión y que se ofreció a recibir en sus instalaciones a una delegación de los manifestantes, pero que estos se negaron.
La iniciativa de diálogo interno entre sudaneses lanzada por Perthes el pasado 8 de enero ha sido rechazada por algunas formaciones como: el Partido Comunista o el Congreso Nacional, la agrupación del exdictador Omar al Bashir, ahora en prisión mientras es juzgado por diversos delitos.
Sin embargo, ha sido aceptada por los principales actores del proceso de transición que comenzó en Sudán en 2019 tras la caída de Al Bashir: las autoridades militares, que ostentan en solitario el poder desde el golpe de Estado del pasado 25 de octubre, y las Fuerzas por la Libertad y el Cambio, la alianza de partidos y organizaciones civiles que compartían las instituciones de transición hasta la asonada.