El avance de la vacunación es lento y menos del 30 % de la población total tiene la pauta completa.
Johannesburgo.- Un estudio realizado en Sudáfrica apunta que la variante ómicron de la COVID-19 causaría una enfermedad menos grave, reduciendo el riesgo de hospitalización y muerte respecto a la delta en un 25 %, aunque precisa que su gravedad se ha atenuado sobre todo por las vacunas y la infección previa.
"En la ola impulsada por ómicron, los resultados de COVID-19 grave se redujeron principalmente por la protección aportada por una infección previa y/o vacunación", señala el estudio desarrollado por científicos de Sudáfrica, "pero la virulencia intrínsecamente reducida podría representar un riesgo reducido del 25 % de hospitalización grave o muerte en comparación con (la variante) delta".
Es decir, incluso teniendo en cuenta la protección que proporcionan la vacunación o la inmunidad derivada de infecciones previas, los datos del estudio sugieren que las características concretas de esta variante reducen en un 25 % el riesgo de sufrir una enfermedad grave con ómicron en comparación con delta.
El estudio apoya otros resultados científicos preliminares obtenidos hasta ahora a nivel global, que apuntan a una mayor transmisibilidad pero una menor virulencia de ómicron, una variante detectada a finales de noviembre en Sudáfrica.
Realizado en la provincia sudafricana del Cabo Occidental, el estudio comparó 5,144 pacientes de la cuarta ola, impulsada por ómicron y cuyo pico el país consideró superado a finales de diciembre, con 11,609 pacientes infectados en las olas anteriores, la última de las cuales fue dominada por delta.
El estudio, a cargo del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas (NICD) y de las autoridades sanitarias de la provincia y del país, está aún pendiente de ser sometido a la revisión de pares de la comunidad científica.
Sudáfrica, con 3.5 millones de casos acumulados hasta la fecha y más de 93,000 muertes, se mantiene como el gran epicentro de la pandemia en África.
El avance de la vacunación es lento y menos del 30 % de la población total tiene la pauta completa.