El pasado febrero, un empleado de Médicos Sin Fronteras fue asesinado cuando se encontraba en el interior de su tienda de campaña en el mismo lugar.
Beirut.- Naciones Unidas llamó este miércoles a garantizar la seguridad de los trabajadores humanitarios en el campo de refugiados de Al Hol, después de que un enfermero de la Media Luna Kurda fuese asesinado anoche en un ataque armado contra una clínica en estas polémicas instalaciones del noreste de Siria.
El coordinador humanitario de la ONU para el país árabe, Imran Riza, y su homólogo regional para la Crisis Siria, Muhanad Hadi, pidieron "a todas las partes con influencia que garanticen medidas de seguridad adecuadas para permitir que la ayuda humanitaria siga siendo repartida de forma segura y efectiva".
Además, consideraron el "abominable ataque" como un recordatorio de que la situación en el noreste de Siria, en manos de una autoproclamada autoridad autónoma kurda y donde se ubica este campamento en el que residen decenas de miles de familiares del grupo yihadista Estado Islámico (EI), continúa siendo "inaceptable".
La nota explica que un "individuo armado" irrumpió ayer en un centro sanitario dentro de Al Hol y mató a un trabajador de una de las dos organizaciones humanitarias que lo gestionan, sin ofrecer más detalles.
Sin embargo, la Media Luna Kurda confirmó anoche en un breve mensaje en su cuenta de Twitter el asesinato de un enfermero identificado como Basim Mihemed Mihemed durante un ataque perpetrado por "bandas del EI" contra una de sus instalaciones ubicadas en el campamento.
Al Hol, que alberga en la actualidad a cerca de 56,000 personas, más de la mitad de ellas menores de edad, ha registrado en el último año un fuerte incremento de la violencia con alrededor de 90 asesinatos en tan solo doce meses, incluidos los de al menos dos trabajadores humanitarios, según datos de la ONU.
El pasado febrero, un empleado de Médicos Sin Fronteras fue asesinado cuando se encontraba en el interior de su tienda de campaña en el mismo lugar.
Casi tres años después de la derrota territorial del Estado Islámico en Siria, las autoridades kurdosirias continúan llamando a la comunidad internacional a repatriar a sus ciudadanos residentes en el campo, donde la inmensa mayoría de los internos están relacionados con los yihadistas.