Agrdables sorpresas arrojó la novena jornada de la tradicional carrera de Dakar en la categoría autos.
El sudafricano Giniel De Villiers (Toyota) se hizo con la victoria en la categoría de coches en la novena etapa del Dakar, con inicio y final en Wadi Ad Dawasir, aventajando en solo nueve segundos a su compatriota y compañero de equipo Henk Lategan.
El español Carlos Sainz finalizó en sexta posición y a pesar de ser un tramo cronometrado (especial) corto -286 kilómetros- el líder de la general, el catarí Nasser Al-Attiyah (Toyota) completó el podio copado por los coches de la marca japonesa y aumentó 1’7” su ventaja en la general sobre el francés Sebastien Loeb (Bahrain Raid Xtreme).
Una etapa en la que venció un De Villiers, la 18ª victoria de su carrera en el Dakar, que deja atrás la polémica que envolvió su nombre en los primeros días de competición en los que chocó con dos pilotos de motos y al segundo, el marroquí Mohamed Said Aoulad Ali, no le prestó su ayuda.
Esto le ocasionó una sanción de cinco horas que, sin embargo, fue anulada días más tarde. Tras escuchar primero su declaración y revisar después el sistema 'Sentinel' de su coche, los comisarios determinaron un mal funcionamiento en éste, ya que la intensidad de la señal de alarma que emite puede calificarse como "suficiente pero no como óptima".
Los comisarios no pueden confirmar claramente si la señal recibida por el equipo era realmente suficiente para activar la alarma en el coche, por lo que revocaron la penalización. Decisión que le permitió volver de lleno a la lucha por conseguir un buen puesto en la general de coches; y tras la victoria de este martes ocupa la quinta plaza.
Una clasificación de la que Al-Attiyah vuelve a salir más líder. Tras perder siete minutos con Loeb, el catarí recuperó 1’7” y le aventaja en 39’5”, lo que le hace acariciar su cuarto Dakar (vencedor en 2011, 2015 y 2019 al restar solo tres días de competición.
El español Carlos Sainz (Audi) acusó un mal inicio, en el que perdió 1’42” en los primeros 40 kilómetros de una especial que fue corta -287km- y finalizó en sexta posición a 2’48” de De Villiers.
Récord. Tras ocupar tres de las cuatro primeras posiciones en la octava etapa, la marca alemana y su innovador vehículo híbrido metió a sus participantes entre los nueve primeros; por lo que parece que han solucionado los problemas en los amortiguadores que les lastraron durante la primera semana de competición.
El sudafricano Giniel De Villiers (Toyota) venció la novena etapa, con inicio y final en Wadi Ad Dawasir, y se lo quiso dedicar a su equipo, por el que está “muy contento” ya que trabajó duro para solucionar problemas que sufrió en la suspensión.
"Estoy muy contento por el equipo y quiero dar las gracias a los mecánicos por su trabajo esta noche. Nos quedan tres especiales y todavía puede pasar de todo, aunque seguimos con el lastre de esa hora que perdimos al inicio de la carrera.