"Los esfuerzos de los gobiernos por reducir los niveles de contaminación del aire pueden ayudar a mitigar el peso que supone la COVID-19 en la sanidad pública".
Londres.- La exposición a largo plazo a la contaminación ambiental del aire podría aumentar el riesgo de infectarse de COVID-19, según los hallazgos de un estudio publicado en internet en la revista "Occupational & Environmental Medicine", del BMJ.
Expertos de la Universidad italiana de Insubria (en Varese) analizaron la exposición a largo plazo a agentes contaminantes y patrones de infección de COVID-19 desde el inicio de la pandemia hasta marzo de 2021 entre los residentes de Varese, en la región de Lombardía.
Revelaron que solo un 3.5 % de la población de esa región estaba totalmente vacunada para finales de marzo de 2021.
En el estudio se estimaron niveles promedio anuales y por temporada de cinco contaminantes aéreos para 2018 para una área de más de 40 kilómetros: partículas PM2.5, PM10, dióxido de nitrógeno (NO2), óxido nítrico y ozono.
Tras evaluar factores como la edad, género, y el hecho de residir en hogares de mayores, además de otras condiciones a largo plazo, los niveles de PM2.5 y PM10 fueron significativamente asociados con un incremento en la tasa de infecciones de COVID-19.
Cada incremento de 1 microgramo por metro cúbico de la exposición a largo plazo con PM2.5 se asoció con un aumento del 5 % en el número de nuevos casos de infecciones de COVID-19, equivalente a 294 casos por cada 100,000 personas al año.
El equipo investigador observó además que se identificaron efectos más fuertes de agentes contaminantes sobre las tasas de infecciones por coronavirus entre personas de 55 a 64 años y de 65 a 74.
También alertaron de que este es un estudio observacional con lo que no se pueden establecer causas."Nuestros hallazgos proporcionan las primeras evidencias empíricas sólidas para el camino de las hipótesis que vinculan la exposición a largo plazo de la polución aérea con la incidencia de COVID-19, y merecen una futura generalización en contextos diferentes", concluyen.
Los expertos consideran que "los esfuerzos de los gobiernos por reducir más los niveles de contaminación del aire pueden ayudar a mitigar el peso que supone la COVID-19 en la sanidad pública".