El Ejército justifica el golpe por un presunto fraude masivo durante las elecciones generales de noviembre de 2020.
Naciones Unidas,- La ONU volvió a pedir este lunes la liberación inmediata de la derrocada líder birmana Aung San Suu Kyi después de que un tribunal de su país la condenara hoy a cuatro años de cárcel, que se suman a otros dos que ya cumple, a raíz de los procesos judiciales impulsados contra ella tras el golpe de Estado militar de febrero.
"Claramente, este no es un paso en la dirección adecuada", señaló el portavoz de Naciones Unidas Stéphane Dujarric preguntado por la sentencia contra Suu Kyi, hallada culpable de importación ilegal de dispositivos de telecomunicaciones y de vulnerar las leyes implementadas contra la pandemia.
Dujarric dijo que la ONU sigue exigiendo la puesta en libertad de "todos aquellos que han sido detenidos arbitrariamente, incluyendo a Aung San Suu Kyi y a muchos otros" presos políticos arrestados tras el golpe de Estado.
La nobel de la paz, sobre quien todavía penden otras acusaciones, ya había sido condenada previamente a cuatro años de prisión, que luego fueron rebajados a dos por un indulto de la junta militar, por otro delito de vulnerar las restricciones contra la covid-19 y por el delito de incitación contra los militares.
En los casos que se resolvieron hoy, el panel de jueces del tribunal especial habilitado por la junta militar en Naipyidó estimó que Suu Kyi violó la Ley de Exportación e Importación y la ley de telecomunicaciones por la tenencia sin licencia de varios walkie-talkies y un inhibidor de señales.
En este caso, los jueces decidieron condenar a la acusada a dos y un año de prisión, respectivamente, si bien las penas se cumplirán de manera simultánea, por lo que solo cumplirá dos años de cárcel.
Suu Kyi también fue condenada hoy a otros dos años de prisión por saltarse durante un acto electoral para los comicios de noviembre de 2020 las medidas contra la propagación de la covid-19.
La política birmana, que está detenida desde la toma de poder de los militares y cumple condena en un lugar desconocido, aún afronta una acusación por violar la Ley de Secretos Oficiales, que le puede costar un máximo de catorce años de prisión, y otros seis cargos de corrupción, castigados con hasta quince años cada uno.
El Ejército justifica el golpe por un presunto fraude masivo durante las elecciones generales de noviembre de 2020, cuyo resultado ha sido anulado y en las que el partido de Suu Kyi arrasó, como ya hizo en 2015, con el aval de observadores internacionales.