Desde la sacristía mandó una señal con el índice de su mano derecha al moverlo de un lado para otro.
Luego del creciente número de contagios del COVID-19 reportados por la Secretaría de Salud de Coahuila el pasado fin de semana. Este domingo se redujo a 65% el aforo de feligreses que acudieron a escuchar la misa a la parroquia Santiago Apóstol.
Las primeras bancas se notaron vacías. No así los dos domingos anteriores cuando el aforo rebasó el 95%.
Después de misa de las 9 de la mañana de este domingo El Tiempo pidió entrevistar al padre Juan Carlos Garay sobre las medidas de salud, pero curiosamente se negó.
Desde la sacristía mandó una señal con el índice de su mano derecha al moverlo de un lado para otro.
Antes que concluyera la homilía un joven que se entretiene con el celular dentro de la sacristía a pierna cruzada mientras se da misa, cerró la puerta con llave para que nadie ingresara.
Una persona de la tercera edad no pudo hacerlo y por medio de la rejilla coopera con una limosna de 20 pesos para los padres enfermos. Observó EL Tiempo.