No cabe duda que esta era de pandemia nos está volviendo un poco locos a todos, primero llevó como SARS-COV-2 mejor conocida como COVID-19 y en un principio todos mostraban un poco de duda y hasta se pensó en algo inventado por el hombre y un montón de hipotesis encaminadas por el engaño y hasta los famosos Illuminatis metieron, pero todo dejó de ser bular e hipótesis cuando comenzamos a ver y sentir las muertes y sobre todo cuando se fueron incrementando por todo el mundo y peor aún cuando nos tocó el caso de algún ser querido, un familiar o algún amigo, ahí nos dolió más y fuimos tomando mas enserio las cosas y por supuesto que le dimos el respeto que merecía la pandemia.
Las cifras comenzaron a subir de dígitos y millones y millones de personas comenzaron a faltar en nuestro mundo y en ciudades como Monclova se convirtieron en epicentros del virus, fue entonces cuando se tomó la conciencia debida, decidimos usar todas las medidas de prevención como cubrebocas, mascarillas de acetato, gel antibacterial, y sanitizantes. Todo lo que sea necesario para evitar el contagio y sobre todo no caer en una cama de hospital donde se corre el riesgo de ser intubado por problemas de oxigenación.
Tanto fue y sigue siendo el miedo que cualquier molestia respiratoria que sentimos nos llena de pánico de forma inmediata y queremos hacernos la prueba para descartar el contagio, que regrese la tranquilidad a nuestro ser y seguir siendo de esta parte agraciada que no se ha contagiado o de las que salieron del virus sin problema.
Comenzamos a protegernos y e levantó más la guardia, al grado que las muertes comenzaron a disminuir al mismo tiempo que los contagios y eso nos ha permitido un poco de mayor libertad y además se dieron las reaperturas de eventos, bailes y todo aquellos que disfrutamos en espacios donde se concentran más de cientos o miles de personas.
Todo parecía ir "viento en popa", pero desafortunadamente cayeron como baldes de agua fría las famosas variantes emanadas del COVID-19.
Iniciamos con la llamada Alfa y Beta en el mes de diciembre del 2020, en Reino Unido si mal recuerdo. Después la amenazante Delta que desde su inicio se dijo que era un virus mucho más agresivo y uno de los casi epicentros que tuvo México fue Monterrey Nuevo León, que tuvo miles de casos e incluso algunas muertes que se confirmaron como dicha variante .
No podemos hacer a un lado el Ómicron, que en un inicio nos dijeron que era igual de agresivo que el Delta, pero luego los expertos señalaron que inicia como una gripa común y que no era de alto riesgo aunque ya se presentaron las primeras muertes en este país por Ómicrón.
De ahí han partido otras variantes que con tanto "nombresito" nuevamente la gente comienza a tener sus dudas. Hace días anunciaron la Flurona y hoy nuevamente lo vuelven a hacer con el Deltacron, una mezcla de "nombresitos" que por muy "chusco" que se escuche o parezca no debemos de bajar la guardia y tomarlo con la seriedad que exige una pandemia, que debemos saber sigue siendo un amenaza que no respeta clases sociales.
Lo peor de todo es que el relajamiento social ha comenzado a hacer de las suyas y el reflejo es que en todo el país comienza a pintarse de amarillo de acuerdo al semáforo epidemiológico que tienen las autoridades.
A mi no me lo crea, pero algunos expertos han señalado que todo va encaminado a regresar al confinamiento total donde se tomaron drásticas decisiones de cerrar antros, salones, escuelas, y muchos negocios y centros comerciales. Si usted no quiere llegar a esto, usted mismo lo puede evitar.