Gregory McMichael, antiguo policía de 66 años, y su hijo Travis, de 35, blancos, han sido condenados este viernes a cadena perpetua por el asesinato de Ahmaud Arbery, un afroamericano de 25 años que corría desarmado en un barrio del Estado de Georgia en febrero de 2020. Los McMichael persiguieron al joven montados en una camioneta, lo amenazaron para que se detuviera y lo acorralaron.
Tras un forcejeo, Travis disparó tres veces a Arbery. La fiscalía lo describió como “un linchamiento a plena luz del día”. William Roddie Bryan, de 52 años, un vecino que se sumó a la persecución y grabó el suceso, fue declarado culpable de dos cargos de homicidio, ha sido condenado a cadena perpetua con derecho a libertad condicional. El juez Timothy Walmsley guardó un minuto de silencio antes de dar a conocer la sentencia del caso.