También se defiende del secuestro de varios civiles en un Holiday Inn en Monterrey.
Aunque sus Unidades de Investigaciones Sensibles (SIU) estuvieron penetradas por el crimen organizado al más alto nivel y su líder entre 2008 y 2016, Iván Reyes Arzate, trabajaba como informante de los cárteles de Sinaloa y los Beltrán Leyva, la DEA en México niega cualquier responsabilidad en “incidentes” como la masacre de Allende.
La agencia antinarcóticos de EU sostiene que “no hay evidencia” que pruebe que desde el interior de las SIU se filtró la información que llevó a la muerte de decenas de personas en el poblado coahuilense, literalmente barrido del mapa por un comando de sicarios entre el 18 y el 20 de marzo de 2011.
También se defiende del secuestro de varios civiles en un Holiday Inn en Monterrey. Este caso data del 21 de abril de 2010 y, acusan familiares de las víctimas, fue detonado por un operativo de vigilancia de la SIU de la Policía Federal descubierto por Los Zetas que secuestraron y presumiblemente ejecutaron a cinco personas que tuvieron la mala fortuna de estar en el lugar.