Las personas al sufrir algún malestar recurren a Internet para informarse sobre los posibles padecimientos que tienen, pero esto no siempre resulta certero.
Ángel Segura, Enfermero, mencionó que el Internet es una plataforma llena de innumerable información que está al alcance de cualquier persona y a causa de esto se recurre a buscar diagnósticos médicos que probablemente no sean certeros.
Se informó que 1 de cada 3 búsquedas sobre problemas de salud en Google resultan ciertas, mientras que las 2 restantes obtienen un diagnostico erróneo. Angel Segura agregó que en la mayoría de los casos la información de Internet es correcta, el verdadero problema es que las personas no consultan de una manera correcta, o existen casos en que ciertas enfermedades provocan síntomas similares, y al poner esta información en el buscador dan por hecho el primer resultado que aparece.
Recomendaciones de profesionales de la salud. El enfermero informó que en consultorios clínicos de Monclova se han visto muchos casos de automedicación, a causa de que la gente piensa que tiene un padecimiento que no es el correcto gracias a mala información que recibió, y asisten a el doctor cuando la lesión o enfermedad ya están avanzadas. Lo correcto sería no hacer caso a información que no está verificada e inmediatamente acudir a cualquier centro medico para recibir la atención necesaria.
El objetivo de la información en Internet. Es importante considerar que en Internet hay información rigurosa y otra que no lo es. Es necesario identificar las fuentes confiables. Y por encima de cualquier comentario que se reciba, cadena de WhatsApp o vídeo alarmante de una supuesta información médica. Si se sufre algún síntoma o alguien cercano se encuentra mal, es indispensable acudir al médico.
El contenido que se ofrece en portales médicos únicamente tiene carácter educativo e informativo. Los datos brindados en plataformas digitales definitivamente nunca reemplazarán una consulta médica.
Las informaciones que aparecen en Internet mayormente son de patologías graves y si el usuario no tiene una formación básica que le permita distinguir entre fuentes de información fiables, síntomas y trastornos, lo que le explique el Google puede ser más una fuente de angustia y preocupación que de alivio y de resolución de dudas.