Nuevo León cerró el 2021 con mil 060 homicidios dolosos, que lo convierten en el año más violento después de 2012 y tercero desde que en 2007 se desencadenó la guerra contra el narcotráfico, sólo superado por los 2,003 casos de 2011 y 1,459 de 2012, según datos aportados por la Fiscalía General de Justicia del Estado al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Tan solo el 31 de diciembre fueron cometidas al menos seis ejecuciones al parecer relacionadas con el crimen organizado, y durante la madrugada de este sábado, fueron cometidas tres ejecuciones, incluyendo el crimen de una mujer de unos 30 años, cuya cabeza fue abandonada en el interior de una hielera, mientras el cuerpo en una cobija estaba a un lado, y cerca una bolsa con otros restos humanos.
El hallazgo fue realizado alrededor de la una de la mañana en el Barrio Moderna de Ciudad Solidaridad, un asentamiento de clase popular al noroeste de la ciudad.
En otro incidente, mientras celebraban la llegada del año nuevo, un padre de familia y su hijo fueron ejecutados a balazos por hombres que llegaron en un automóvil en la colonia Ignacio Manuel Altamirano, al sur de Monterrey.
El viernes 31 de diciembre habían sido asesinadas seis personas y siete el jueves, como parte de una escalada de violencia que dejó el mes pasado a 97 víctimas de homicidio doloso en la entidad, según los datos que reportó la Fiscalía General de Justicia del Estado al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad.
La incidencia delictiva de diciembre, puso en jaque al gobernador Samuel García, quien había presumido a principios del mes que en materia de seguridad su administración traía "muy, muy buenos resultados", pues noviembre había cerrado con 50 homicidios dolosos.
El optimismo de García Sepúlvea era porque en octubre, cuando asumió la gubernatura a partir del día tres en lugar de Jaime Rodríguez, hubo 79 delitos de ese tipo, en septiembre 96, en agosto 110 y en julio 112.
Pero a reserva de los ajustes que pudiera haber en los 97 homicidios dolosos de diciembre, por la reclasificación de algunos incidentes, el repunte de la violencia comparado con noviembre (50 casos), es más que evidente, ya que el total mensual de noviembre fue la cifra más baja desde junio de 2018 cuando se registraron 37 homicidios dolosos, mientras los 97 de diciembre, fue la sexta más alta en el mismo periodo de 41 meses.
Entre noviembre y diciembre en Nuevo León, los homicidios dolosos crecieron un 94 por ciento. En contraste en el plano nacional, de noviembre a diciembre hubo una tendencia a la baja, al pasar de 74.7 a 73.3, homicidios diarios como promedio en el mes, que ocupan los lugares cuarto y segundo, entre las cifras más bajas desde que inició el actual gobierno federal el primero de diciembre de 2018.
La escalada de violencia que arreció en las últimas semanas, con ataques armados a la luz del día en pleno centro de Monterrey, ejecuciones en bares del rico municipio de San Pedro, hallazgo de cuerpos desmembrados y emboscadas a las fuerzas policiacas en la zona rural, desató múltiples cuestionamientos al gobernador Samuel García, por tomar vacaciones en Baja California, pese a esas circunstancias, cuando además no ha cumplido ni tres meses en el cargo.
El recrudecimiento de la violencia es atribuido por el secretario estatal de Seguridad, Aldo Fasci Zuazua, a que el Cártel Jalisco Nuevas Generación que ya tiene presencia en la entidad, pero busca consolidarse en Nuevo León y Tamaulipas, mantiene una fuerte disputa con otras grandes organizaciones criminales, lo que augura un 2022 complicado durante los primeros meses.