“Mi mayor satisfacción en este trabajo es haber podido salvar la vida de tres detenidos que intentaron ahorcarse".
Una de las áreas fundamentales en Seguridad Pública, es sin duda alguna la barandilla de detenidos, lugar donde llegan todos y cada uno de las personas que son arrestadas por alguna tipo de falta administrativa o delito, y es donde deben de ser revisados minuciosamente, antes de su ingreso a las celdas preventivas para que no permanezcan con algún objeto que puedan atentar contra su vida.
Esa es la función que desempeña Juan Antonio García Torres, elemento Municipal.
La responsabilidad es primordial en cada persona, ¿Qué representa para usted estar como responsable de cada detenido que ingresa a las celdas municipales? "Para mi es una gran responsabilidad que asumo con mucho gusto, me gusta proporcionar un trato digno a cada persona que recibo por parte de mis compañero que arrestan, y brindarles el apoyo el tiempo que permanezcan en los separos".
Realizar el trabajo con eficacia es importante, ¿Cuál es la función en sí qué realiza usted cómo encargado de Barandilla? "Mi función principal es cerciorarme que cada persona que entre a las celdas, no lleve consigo algún objeto o cosa con la cual se pueda hacer daños en su persona, pues estoy consciente que muchos detenidos ingresan con el autoestima bajo y en su mayoría se encuentran bajo los efectos de alguna sustancia tóxica o bebida alcohólica y eso es un riesgo para su integridad física".
Las satisfacciones personales son agradables, ¿Alguna bonita experiencia qué haya vivido en su función? "Claro que sí, van tres ocasiones que le salvo la vida a detenidos que intentaron ahorcarse, eso es algo que nunca olvidaré y le agradezco a Dios, que me haya dado la oportunidad de estar ahí en ese momento".
Cumplir reglas en cada empleo es una obligación, ¿Cuál es el protocolo a seguir cuándo recibe usted a un detenido? "Antes que nada lo registro en el libro para detenidos, luego procedo a quitarle el cinto, las cintas de zapatos, y cualquier prenda que tenga en sus ropas con la cual pueda infringirse algún daño. Después me mantengo en constante supervisión de ellos hasta que abandonan las celdas que regularmente solo duran unas horas".
Los retos cotidianos son parte de la vida, ¿Es difícil estar cómo encargado de la barandilla para detenidos? "Más que difícil diría yo que es una total responsabilidad, pues has de ver que mis compañeros tienen su riesgo al andar en la calle, pero en mi caso tengo que permanecer en mi área de trabajo, la cual esta frente alas celdas a solo escasos metros y de ahí no tengo que moverme, pues las desgracias pasan en segundos".
El encierro a veces no es bueno, ¿Cómo policía qué es, le gustaría mejor salir a patrullar? "En estos momentos no, pues ya anduve muchos años patrullando y a qui donde estoy me siento a gusto, aveces oriento a los familiares de los detenidos y eso me llena de satisfacción, ver como abandonan los separos cuando cumplen sus horas de arresto es algo que me llena de gusto, si se puede de este punto me jubilaría pero eso no esta en mi, si no en mis superiores".
Las recomendaciones son buenas, ¿Qué consejo pudiera darles a quienes ingresan detenidos? " Que valoren la libertad, portarse bien no les cuesta nada, que se conduzcan por la vida con honestidad, el robo es un delito que se castiga con cárcel por años, es una de los consejos que doy a todos los que se que agarran con objetos que no son de su propiedad".
Cualquier lugar puede ser bueno, ¿Recomendaría a uno de sus compañeros para que estuviera en su lugar? " Claro que sí, pero la verdad es que nadie quiere estar encerrado, prefieren andar en la calle patrullando, solo espero que quien me supla algún día, lo haga con gusto".