Estos papeles de compra se guardan de acuerdo a su importancia, salvo que seas un controlador excesivo de tus finanzas.
A todos nos ha pasado que, al hacer una compra, guardamos nuestros tickets en la cartera, la bolsa del pantalón, dónde guardamos nuestra compra o incluso en algún compartimento de nuestro auto, para después tirarlos en cualquier bote de basura, pues pensamos que ya no tienen ningún valor.
Lo primero que hay que destacar es que estos son documentos fiscales, por lo que sí tienen una importancia, dependiendo del régimen en el que te encuentres, a la hora de hacer las declaraciones ante el fisco.
Utilidades. Otra de las utilidades que tienen los también conocidos como factura simplificada, es que en caso de una devolución o cambio necesitas presentarlos en el establecimiento en el que hayas adquirido el objeto en cuestión.
Guardados. La información que puedes encontrar en este pequeño pedazo de papel cuenta con el número y serie correlativa, la fecha y hora de la operación, el nombre del establecimiento y dirección, el NIF e identificación del expedidor, la descripción del servicio o el desglose de cada artículo o servicios prestados, el tipo impuesto aplicado, los descuentos en caso de que existan, el importe de la compra e incluso en ocasiones aparece la forma de pago.
Estos papeles de compra se guardan de acuerdo a su importancia, salvo que seas un controlador excesivo de tus finanzas. Si se trata del café, galletas, agua, dulces y demás productos del día a día que compraste en la tienda de la esquina o de conveniencia, esos se pueden desechar de manera inmediata y guardar a lo mucho por un mes, mientras revisas tus cargos.