La compañía española Iberdrola y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) mantienen un proceso legal ante un tribunal internacional, relacionado con la operación de una de las centrales que fue diseñada y construida para vender energía a la estatal mexicana.
Recurso. La eléctrica española interpuso un recurso de arbitraje internacional en marzo de este año, que tiene como centro de la disputa la puesta en marcha de Topolobampo III, una central de ciclo combinado adjudicada a Iberdrola en marzo de 2017, bajo la figura de Productor Externo de Energía. Ubicada en Sinaloa, la central debía comenzar operaciones en diciembre pasado, según registros oficiales. Pero aunque ya ha sido concluida, aún no produce electricidad de manera comercial, porque la empresa privada no ha recibido uno de los documentos necesarios para que la planta comience la fase de operación comercial, explicaron a Expansión fuentes que han solicitado el anonimato. Un informe describe que la CFE ha sometido la puesta en servicio de la planta al pago de una sanción de alrededor de 16 millones de dólares, derivada de una demora en la construcción. Y, según el documento, Iberdrola ha solicitado el arbitraje para que la empresa eléctrica nacional reconozca que el retraso se debió a causas de fuerza mayor, una figura que suelen invocar las compañías cuando registran retrasos en sus proyectos por factores que no les son atribuibles. La figura legal del arbitraje se plantea en las clausulas de resolución de controversias contenidas en el contrato firmado.