El Vallecano logra sumar tres puntos más para contar con 30 unidades y acceder al cuarto lugar general
Dos goles de Sergi Guardiola y Alejandro Catena, ambos en la primera mitad, permitieron al Rayo Vallecano lograr una nueva victoria en su estadio, la octava de la temporada, ante el Alavés, que se acerca peligrosamente al descenso, todo lo contrario que el equipo madrileño, que se mantiene en zona europea.
Después de la derrota en La Cerámica frente al Villarreal, dónde mostró su cara menos dulce, la del equipo visitante endeble, el Rayo regresó a Vallecas, que esta temporada se está convirtiendo en su particular templo de los sueños, para mostrar su mejor versión y volver a dejar claro que este curso la ilusión no hay quién la frene.
Ahora le tocó. Esta vez fue el Alavés la octava víctima que se fue de Vallecas de vacío y que claudicó en el estadio madrileño, del que solo el Celta ha sido capaz de arañar un punto. El resto, incluido el Barcelona, hincaron la rodilla.
Desde el inicio el Rayo trató de llevar la iniciativa ante un Alavés que salió al césped con demasiado temor. El primer gol tardó en llegar el tiempo que Oscar Trejo quiso. El argentino, que está en estado de gracia, recogió a los dieciocho minutos un balón en la medular y puso un pase a la espalda de los centrales que aprovechó Álvaro García para llegar a línea de fondo por la izquierda y poner un centro que Sergi Guardiola, en el área pequeña, remató a gol.
Cronómetro. Solo siete minutos después, Trejo botó un córner medido desde la derecha que Alejandro Catena, elevándose ante los defensores del Alavés, remató de cabeza a gol.
Ese segundo tanto fue un mazazo para el Alavés, que poco después pudo encajar el tercero con un disparo al poste de Álvaro García en la que sería su última acción antes de lesionarse y ser sustituido por el portugués Bebé.
El Alavés, sometido por su rival, solo contabilizó un remate con cierto peligro en la primera mitad. Fue con un disparo por bajo de Joselu que atrapó Dimitriveski antes de un descanso que no cambió los ánimos del conjunto vitoriano, aunque sí mejoró sus prestaciones ofensivas, sobre todo tras la salida de Edgar Méndez.
La otra mitad. Pese a ello, la segunda parte no fue tan vibrante como la primera, en parte porque el Rayo, con el marcador a su favor, no quiso asumir riesgos y trató de rebajar el ritmo del encuentro.
La salida al césped de Unai López y Randy Nteka dio otro aire al Rayo, que volvió a entonarse a falta de quince minutos para el final y contabilizó dos llegadas de mucho peligro seguidas por medio de Fran García e Isi Palazón. Una fue neutralizada por el portero del Alavés, Fernando Pacheco, y la otra se marchó por encima del travesaño.