El Gobierno israelí también quiere intensificar la campaña de vacunación.
Jerusalén.- Israel identificó hoy 20 contagios más de la variante ómicron y ya tiene 55 casos verificados, mientras las fronteras del país permanecen cerradas a extranjeros para contener los casos y el Gobierno se plantea imponer más restricciones.
Según el Ministerio de Sanidad, 36 de los casos confirmados son de israelíes que regresaron de varios países, entre ellos Reino Unido, Estados Unidos, Emiratos Árabes Unidos, Sudáfrica, Hungría, Italia o Namibia.
Otras ocho personas contrajeron el virus a través de transmisión comunitaria, y 11 por contacto con infectados que hacía poco habían vuelto ed Sudáfrica e Inglaterra. Las autoridades sanitarias -que tienen un desarrollado sistema de rastreo- analizan ahora 51 otros casos sospechosos de ómicron, a la espera de los resultados finales.
Ante la situación generada por la nueva variante, que parece ser mucho más contagiosa, el Gobierno israelí podría imponer mayores restricciones los siguientes días, pese a que la morbilidad en el interior del país es bastante baja desde hace varios meses.
El Ejecutivo quiere mantener la economía en marcha y evitar la imposición de limitaciones severas, y para prevenir el impacto de la nueva variante cerró las fronteras del país a turistas extranjeros a fines de noviembre, una medida que ya ha extendido y que durará por lo menos hasta el 22 de diciembre.
Por otro lado, los israelíes -que sí tienen permiso de viajar a los países no clasificados en zona roja- y extranjeros con permiso de residencia deben aislarse al menos tres días al volver y hacerse varias pruebas PCR.
Se espera que expertos y autoridades sanitarias recomienden al primer ministro, Naftali Benet, que imponga restricciones a los no vacunados, como el veto de entrada a centros comerciales y otros espacios lúdicos, informa el diario israelí Haaretz.
Según prensa local, Benet ya planteó esta semana la opción de imponer un confinamiento selectivo para la población vacunada, una propuesta que fue rechazada por la Fiscalía General del Estado.
El Gobierno israelí también quiere intensificar la campaña de vacunación. El país ha avanzado mucho en la aplicación de la tercera dosis y más de 4.1 millones de personas ya recibieron la inyección de refuerzo.
Sin embargo, a estas alturas hay aún unos 680,000 israelíes -entre una población de unos 9.3 millones- que no se han puesto aún ninguna vacuna.