Durante años, los trabajadores migrantes, acabaron obligados a realizar trabajos agrícolas a cambio de un salario precario o nulo.
Con base en una investigación que comenzó hace tres años, las autoridades federales en Estados Unidos desmantelaron un negocio fraudulento que ganó 200 millones de dólares abusando del programa de visados de trabajo H-2A para llevar al país a trabajadores procedentes de México, Guatemala y Honduras. Durante años, los trabajadores migrantes, que pagaron por obtener ayuda para entrar legalmente a Estados Unidos, acabaron obligados a realizar trabajos agrícolas a cambio de un salario precario o nulo.