La guerra interna, dejó más de 200.000 víctimas muertas y 45.000 desaparecidos.
Sobrevivientes del conflicto armado (1960-1996) de la comunidad q'eqchi' de Sepur Zarco, en el noreste de Guatemala, realizaron este viernes un masivo entierro de los restos de 112 indígenas que fueron desaparecidos y asesinados durante la guerra, que dejó más de 245 muertos y desaparecidos.
Según la organización Mujeres Transformando el Mundo (MTM), junto a la Fundación de Antropología Forense de Guatemala (FAFG) inhumaron las osamentas en el Sitio de la Memoria de Sepur Zarco, una comunidad que se ubica entre los límites de los departamentos de Izabal y Alta Verapaz, en el noreste del país.
Durante la guerra interna, que dejó más de 200.000 víctimas muertas y 45.000 desaparecidos, en dicho poblado se establecieron al menos seis destacamentos militares, con docenas de hombres detenidos y desaparecidos tras ser señalados de guerrilleros y mujeres esclavizadas por el Ejército.
La institución MTM explicó en su cuenta social de Twitter que pobladores de Sepur Zarco y de otras comunidades cercanas se unieron este viernes en una caminatas para acompañar los pequeños ataúdes de madera donde fueron transportados en una caminata los restos de las víctimas de la guerra.
Previo al masivo entierro, se celebró una ceremonia maya en el Sitio de la Memoria.
La coordinadora de MTM, Paula Barrios, explicó que la inhumación de los restos forma parte del camino de justicia que se comenzó hace 9 años y también de la reparación transformadora para las "Abuelas del caso Sepur Zarco".
Dicho nombre recibieron 15 mujeres de la etnia q'eqchi que sobrevivieron durante el conflicto armado tras ser utilizadas como esclavas sexuales por los militares en esa remota comunidad y que durante 2011 y 2016 lucharon en los tribunales de Guatemala para que se les hiciera justicia.
Durante el juicio en mención, que acabó con la condena en marzo de 2016 de dos exmilitares por delitos de lesa humanidad (violación, asesinato y esclavitud), fueron pronunciados relatos desgarradores por las mujeres indígenas de cómo los miembros del Ejército abusaron de ellas luego de capturar y desaparecer a sus hijos y esposos.
La guerra interna acabó el 29 de diciembre de 1996 tras una década de conversaciones en el extranjero entre el Gobierno y la guerrilla de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), quienes firmaron los Acuerdos de Paz Firme y Duradera en Ciudad de Guatemala.