Los atentados se produjeron en el oeste de la capital con una diferencia de unos 30 minutos.
Al menos dos personas murieron y otras cuatro resultaron heridas este viernes en un doble atentado bomba contra dos furgonetas de pasajeros en Kabul en un barrio de la minoría chií hazara, objetivo habitual de ataques del grupo yihadista Estado Islámico (EI).
Los atentados se produjeron en el oeste de la capital con una diferencia de unos 30 minutos. El primero ocurrió hacia las 15.30 horas (11.00 GMT), tras la detonación de una bomba magnética adherida a una de estas comunes furgonetas de transporte que emplea la población para desplazarse en la ciudad, según afirmó a Efe el jefe de inteligencia de la zona, Qari Fatehi.
"Hubo dos explosiones en el área de Dashe Barche, en la primera explosión murieron dos personas y otras tres resultaron heridas, y en la segunda explosión una mujer resultó herida", detalló Fatehi.
El portavoz del Ministerio del Interior, Qari Saeed Khosty, confirmó el mismo número de víctimas en declaraciones a la prensa.
Efe llegó al lugar del primer atentado poco después de la explosión, cuando el vehículo permanecía aún en llamas y algunos transeúntes intentaban socorrer a las víctimas.
Una de ellas era un hombre con el rostro completamente ensangrentado al que trataban de sacar de la parte trasera de la furgoneta, sin estar claro si había fallecido o se encontraba inconsciente aún con vida.
Frente a este hombre otro pasajero permanecía aprisionado entre los asientos aparentemente muerto. Dos cuerpos más estaban sobre el asfalto a unos pocos metros. Mientras, un niño con el rostro ennegrecido por el humo, con las facciones mongólicas propia de los hazaras, lloraba junto a un adulto al otro lado de la calle.
Los talibanes, en vehículos acorazados, acordonaron el área.
ATAQUES CONTRA HAZARAS
Este tipo de atentados se han repetido recientemente, desencadenando el miedo entre la minoría hazara.
Sólo hace tres semanas murieron al menos cinco personas y otras cuatro resultaron heridas en dos atentados contra furgonetas de pasajeros frecuentadas también por hazaras en el oeste de Kabul.
"Ahora la situación es muy peligrosa (para los hazara), nunca dejó de serlo, pero la gente no puede ir incluso a sus lugares de trabajo, a sus oficinas, debido a que las explosiones ocurren en los vehículos-taxi", aseguraba a Efe Ramazan Ali Rajabian, directivo de la Fundación Hazara, solo unas pocas horas antes del atentado.
Ningún grupo ha reclamado todavía la autoría del ataque, aunque el Estado Islámico ha reivindicado en el pasado varios atentados que tenían como objetivo a la minoría chií hazara, a los que consideran apóstatas.
Algunos de los más mortíferos se produjeron en octubre durante dos viernes consecutivos, con atentados suicidas contra mezquitas de chiíes en la provincia norteña de Kunduz y en la meridional Kandahar, que dejaron respectivamente al menos 80 y 60 muertos, y más de un centenar de heridos.
El grupo yihadista ha multiplicado sus ataques en Afganistán desde la retirada final de las tropas de Estados Unidos del país poco antes de la medianoche del pasado 31 de agosto, el mayor de ellos el atentado contra el aeropuerto de Kabul que el pasado 26 de agosto causó unos 170 muertos.
Los talibanes han lanzado una serie de operaciones en buena parte del país contra el EI en las que han muerto o han sido detenidos decenas de yihadistas en al menos ocho de las 34 provincias afganas.