El promedio de fallecimientos e infecciones diario figura en los niveles más bajos desde abril de 2020.
Sao Paulo.- Brasil, uno de los países más golpeados por el coronavirus, registró en las últimas 24 horas 206 nuevas muertes por la enfermedad, con lo cual el total de fallecidos ya asciende a 616,457, según informó este jueves el Gobierno.
En el mismo periodo, el gigante latinoamericano sumó 9,728 nuevas infecciones, por lo que el total de casos confirmados en el país desde el inicio de la pandemia llegó a 22,177,059, de acuerdo con el más reciente boletín divulgado por el Ministerio de Salud.
Las cifras confirman a la nación sudamericana, con sus 213 millones de habitantes, como el segundo país con más víctimas mortales por COVIVD-19, detrás de Estados Unidos, y el tercero con más contagiados, después de la nación norteamericana e India.
Sin embargo, el ritmo de contagios y decesos se encuentra en una consistente tendencia a la baja desde finales de junio en el país, que llegó a registrar más de 4,000 muertos y superar los 100,000 casos en una sola jornada en el pico de la crisis sanitaria.
Según los datos oficiales, el promedio de fallecimientos e infecciones diario figura en los niveles más bajos desde abril de 2020, cuando Brasil apenas entraba en la primera ola de la pandemia.
La media de muertes en los últimos siete días se situó este jueves en 183, mientras que la de nuevos casos fue de 8,325.
La ralentización de la emergencia sanitaria es atribuida sobre todo a la aceleración de la campaña de inmunización en el país, donde un 75 % de la población cuenta con al menos una dosis de la vacuna contra COVID-19 y el 65.4 % tiene la pauta completa.
Asimismo, del total de infectados, un 96.5 % ya se ha recuperado de la enfermedad, lo que equivale a más de 21.4 millones de personas, mientras que 152,903 pacientes permanecen bajo atención médica.
Pese a la suavización de la crisis, las autoridades están en alerta desde el surgimiento de la variante Ómicron, de la que Brasil ya confirmó seis casos e investiga uno sospechoso, lo que ha llevado a que varias ciudades adopten medidas de contención para evitar su propagación.