"Las personas responsables de este atroz ataque deben ser responsabilizadas".
La ONU aseguró este miércoles estar "profundamente preocupada" por la "terrible" matanza supuestamente a manos de los militares de once personas, entre ellas cinco niños, en la región de Sagaing, en el norte de Birmania (Myanmar).
"Condenamos enérgicamente esta violencia y recordamos al Ejército de Myanmar de sus obligaciones bajo la ley internacional de asegurar la protección de los civiles", dijo en una rueda de prensa Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general de la ONU, António Guterres.
"Las personas responsables de este atroz ataque deben ser responsabilizadas", agregó Dujarric, que concretó que las personas fueron disparadas y quemadas este martes por la mañana.
El representante de Guterres recordó además que la ONU ha condenado la violencia de las fuerzas de seguridad y las fuerzas armadas de Myanmar repetidamente, y reiteró que "esta violencia es completamente inaceptable y exige una respuesta internacional unificada y firme".
Desde el golpe de Estado militar el pasado 1 de febrero, las fuerzas de seguridad del país han matado a más de 1.300 civiles desarmados, según cifras de la ONU, entre ellas a más de 75 niños, tanto con el uso de fuerza letal como estando bajo custodia de los soldados.
La ONU también volvió a condenar este miércoles la sentencia de 4 años de cárcel para la líder birmana Aung San Suu Kyi dictada este lunes, con la solicitud de su puesta en libertad por parte del Consejo de Seguridad tras "su detención arbitraria el 1 de febrero de 2021".
"Los miembros del Consejo de Seguridad nuevamente insisten en su apoyo continuado para la transición democrática de Myanmar, y subrayan la necesidad de sostener los procesos y las instituciones democráticas, abstenerse de la violencia, y buscar diálogo y reconciliación constructiva", agregó el máximo órgano de decisión de la ONU.