Este fenómeno natural está afectando gravemente a la economía y a la realidad socioeconómica de La Palma.
Los indicios científicos apuntan a que la erupción volcánica en La Palma podría acabar antes de 2022, después de causar numerosos daños económicos y sociales en esta isla española.
Según dijo hoy el presidente regional de las islas Canarias, Ángel Víctor Torres, "ojalá que sea mañana, mejor que pasado" cuando termine la erupción "porque necesitamos su fin para la reconstrucción de la isla, de la que nadie debe marcharse por este fenómeno natural", que está afectando gravemente a la economía y a la realidad socioeconómica de La Palma.
Con cautela, desde el Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca) afirman que, si bien han descendido todos los parámetros de la erupción volcánica que se inició el pasado 19 de septiembre en Cumbre Vieja, todavía no lo han hecho lo suficiente como para hablar de un final del proceso eruptivo.
Y es que algunos valores como la presencia de dióxido de azufre continúan altos y, además, hay que recordar hace unas semanas se produjo una intensificación de la sismicidad tras unos días de pocos temblores.
De acuerdo con el director técnico del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, la sismicidad es baja e incluso muy baja en algunas profundidades y el tremor es cada vez menor, a la vez que también desciende la presencia de dióxido de azufre y hay estabilidad en la falta de deformacion.
A pesar de ello, opinó que los niveles son bajos, pero "no lo suficiente" para hablar de un fin próximo de la erupción.
En cuanto a la lava, esta discurre fundamentalmente por la zona central y en dirección a la colada 9, a la que llega sobre todo por tubos lávicos.
Precisamente la colada 9 ha aumentado ligeramente hacia el sur su posición para ganar terreno y no hay que olvidar a la 11, que hace unos días produjo daños importantes en viviendas, mientras el resto de la energía va hacia la formación de otra isla baja, que se pega al delta lávico (la llamada "fajana", el terreno ganado al mar) generado por las coladas 1 y 2.
La columna eruptiva alcanzó el martes los 4.000 metros sobre el nivel del mar.
Desde el inicio del proceso eruptivo, las hectáreas destruidas ascienden a 1.184 y, conforme a datos del catastro, los daños afectan a 1.628 hectáreas, en especial de uso residencial (1.304).
Asimismo, han quedado arrasadas 359,82 hectáreas de plataneros, 62,34 de viñedos y 27,33 de aguacates.
Ante todos estos daños, el presidente regional de Canarias, acompañado por el ministro español de la Presidencia, Félix Bolaños, avanzó hoy nuevas medidas con el objetivo de ayudar a los afectados y damnificados por la erupción y agilizar los trámites, para lo que se han implementado más medios humanos y materiales.
Además, de acuerdo con Bolaños, el Gobierno de España ha movilizado 130 millones de euros a La Palma (más de 147 millones de dólares al cambio actual) y antes de que finalice 2021 se quiere movilizar 240 millones de euros (unos 272 millones de dólares).