El 74% de las familias opina que las tecnologías les ha unido poco con sus hijos, aunque seis de cada diez reconoce su papel favorable.
Hoy en día el smartphone, la Tablet y la consola ya es un miembro más de la familia ya que en algunos casos genera tensión.
La edad apropiada para que los niños puedan ver la primera pantalla es a los 10 años, ese primer aparato tecnológico puede ser una Tablet.
Tres años más tarde, a los 13, llega a los bolsillos de los menores el primer teléfono móvil, aunque para cuatro de cada diez padres llegó demasiado pronto. Además, uno de cada tres padres entrevistados reconoce hacer un uso excesivo de la tecnología y no se reconocen como un buen modelo para sus hijos.
La dependencia de las pantallas, especialmente el móvil, aumenta el 33% de los adolescentes usa el smartphone por la noche en la cama. Los expertos de Empantallado recomiendan que los más jóvenes eviten dormir con el móvil al lado tampoco, porque favorece que lo cojamos por la noche para entrar en Internet, o que estemos pendientes de los mensajes que llegan.