"Todos los que estuvieron en contacto con ella en el viaje fueron contactados y también se encuentran aislados".
Una candidata a Miss Universo, de la que no se ha revelado el nombre, está en cuarentena tras dar positivo de COVID-19 en el control de entrada a Israel, donde se celebrará el evento el próximo 12 de diciembre, pese a que el país ha cerrado sus fronteras a extranjeros ante la variante ómicron.
"Tuvo que ser aislada en un hotel gubernamental a la espera de más exámenes. Todos los que estuvieron en contacto con ella en el viaje fueron contactados y también se encuentran aislados", detalló hoy la organización en un comunicado.
El evento, que se celebra por primera vez en Israel, se mantiene programado pese a que desde la pasada medianoche el país tiene cerradas las fronteras a turistas durante dos semanas para contener la nueva variante de COVID-19 que ha puesto el mundo en alerta.
"La competición Miss Universo está sujeta a una serie de estrictos protocolos y restricciones de COVID-19, de acuerdo con los funcionarios israelíes y con los mejores estándares de la industria", defendió la organización.
La candidata, sin identificar, estaba vacunada así como todos los miembros de su equipo y había dado negativo en el test realizado antes de su salida hacia Israel.
Desde el inicio de la pandemia, el Estado judío ha sido uno de los países que ha tomado medidas más estrictas para prevenir la propagación del virus en su interior y la entrada de nuevas variantes.
Mantuvo un prolongado cierre a visitantes con visado de turista desde marzo de 2020 hasta inicios de este noviembre, cuando volvió a dar acceso al turismo extranjero hasta la nueva clausura actual.
Con esta medida, las autoridades buscan impedir una expansión rápida dentro del país de la variante ómicron, que podría ser más contagiosa y resistente a las vacunas.
A su vez, pretenden mantener la economía israelí abierta y evitar duras restricciones internas, mientras que los israelíes que vuelvan al país desde el exterior deberán someterse a un aislamiento de al menos tres días.
Hasta ahora, Israel ha detectado dos casos de la nueva variante en dos israelíes que volvieron de Malawi y Sudáfrica.