La importación de autos es un tema que inquieta al gobierno de Joe Biden que busca beneficios para su país
Estados Unidos nuevamente está intentando frenar los autos importados, incluidos los de manufactura mexicana. El gobierno del demócrata Joe Biden envió al Congreso una iniciativa para ofrecer, a partir de 2026, un incentivo adicional de hasta 12,500 dólares (alrededor de 262,000 pesos) a quienes compren autos eléctricos fabricados en plantas del país, que operen bajo un contrato colectivo negociado con sindicatos. De aprobarse, esta iniciativa podría afectar las ventas de modelos eléctricos hechos en México y desincentivar futuras inversiones.
Esta no es la primera vez que Estados Unidos intenta favorecer a los vehículos de manufactura local a costa de limitar las importaciones. En 2017, Donald Trump propuso imponer un arancel de 35% a los vehículos fabricados fuera de Estados Unidos. “Si quieres construir coches en el mundo, te deseo todo lo mejor. Puedes fabricar autos para Estados Unidos, pero por cada auto que llega a Estados Unidos, pagarás un impuesto del 35%”, dijo Trump a inicios de su mandato.
Pero a diferencia de la estrategia del republicano, que buscó impulsar el ‘Made in America’ mediante la imposición de aranceles, la nueva administración demócrata ve en los incentivos fiscales una nueva forma de favorecer su manufactura local.
El plan de gastos propuesto por Biden aumenta los créditos para los eléctricos hasta 12,500 dólares por vehículo. De aquí hasta 2026, el crédito base es de 7,500 dólares, a los que se sumarían 4,500 dólares si se trata de autos fabricados en plantas estadounidenses sindicalizadas y 500 dólares más a aquellos con baterías fabricadas también en Estados Unidos. A partir de 2027, los vehículos tendrían que fabricarse en Estados Unidos para calificar para cualquier crédito.
De los 51 vehículos eléctricos e híbridos enchufables disponibles hoy en el mercado estadounidense, solo el Chevrolet Bolt y el Bolt EUV serían los calificados para el crédito total de 12,500 dólares. Otros populares modelos, como el Mustang Mach E de Ford, no sería elegible para el crédito fiscal total porque está construido en México. Biden ve en la rápida adopción de los autos a baterías no solo un camino para combatir el cambio climático, sino una forma de estimular la economía. Entre sus compromisos de campaña, estaba el de crear un millón de nuevos puestos de trabajo en la industria automotriz y los eléctricos están en el centro de la estrategia.
Aunque los estadounidenses han tardado en adoptar la compra de vehículos eléctricos -en el primer semestre de 2021 sólo 2.5% de los autos vendidos en ese país funcionaban con baterías, según datos de Cox Automotive-, las proyecciones de J.D. Power muestran que hacia 2040 representarán la mitad de las ventas totales de autos nuevos en ese país. Pero la venta de estos modelos de baterías de manufactura mexicana podría verse desfavorecida cuando el consumidor estadounidense vea que no son elegibles para el subsidio .tendrían otros modelos de manufactura local.