Las fallas del sistema perduraron durante la tarde del domingo, lo que llevó a las directivas a cancelar el proceso.
Río de Janeiro.- La elección del candidato presidencial por el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), formación que aspira liderar una opción de centro que rompa la polarización entre Luiz Inácio Lula da Silva y Jair Bolsonaro, favoritos para los comicios de 2022, fue suspendida este domingo.
Problemas técnicos para captar los votos de los afiliados en las diferentes regiones del país mediante una aplicación de celular desarrollada para tal fin obligaron a cancelar la disputa interna de la formación.
"El proceso de votación en la aplicación se ha detenido debido a problemas de infraestructura técnica, que no respaldaron la demanda de los votantes de las previas", señaló el partido en un comunicado.
Se trata de las primeras previas internas realizadas por el PSDB -que gobernó Brasil entre 1995 y 2002 con Fernando Henrique Cardoso-, una opción con la que los socialdemócratas buscan la unidad partidaria para los próximos comicios presidenciales a través de un proceso democrático.
En total, unos 45,000 afiliados se registraron para participar en la disputa interna, de los cuales, gobernadores, diputados, senadores y alcaldes activos del PSDB, así como el presidente y los expresidentes de la formación, votarían de forma presencial en Brasilia, mientras que el resto de los miembros lo harían por medio de la aplicación.
De acuerdo con la formación, los votos registrados por la aplicación o presencialmente serán conservados mientras se define una nueva para reanudar el proceso.
Los problemas comenzaron desde las 8.00 hora local (11.00 GMT) cuando se abrieron oficialmente las previas. Cuatro horas después, hacia el mediodía, la aplicación seguía prácticamente sin funcionar y las directivas optaron por ampliar la jornada en tres horas, hasta las 18.00 hora local (21.00 GMT).
No obstante, las fallas del sistema perduraron durante la tarde del domingo, lo que llevó a las directivas a cancelar el proceso.
Tres nombres se postularon para las previas: Joao Doria, de 63 años y actual gobernador de Sao Paulo; Eduardo Leite (36), actual Gobernador de Río Grande do Sul, y Arthur Virgilio (76), exalcalde de Manaos y exsenador.
La disputa interna está concentrada en los dos gobernadores y es la que ha generado una división del partido. Doria, un empresario que entró tardíamente a la política, concentra los apoyos en el estado de Sao Paulo y, aunque tiene más experiencia que su rival inmediato, no tiene mucha aceptación a nivel nacional.
Leite, por su parte, ha tenido una exitosa carrera política en corto tiempo y a sus 36 años se muestra como la cara que "refrescaría" al PSDB. El gobernador de Río Grande do Sul también ha asumido públicamente que es homosexual, lo que le ha valido los apoyos de la comunidad LGTBI+ y de otras minorías que luchan contra la discriminación.
UNA FUERZA POLÍTICA DEBILITADA
La formación de centro derecha que ostentó el poder del país hace casi tres décadas hoy figura con muy bajas posibilidades de liderar una tercera opción en los próximos comicios, pero puede llegar a ser ficha clave para una coalición de centro.
Mientras que el expresidente Lula (2003-2010) y el actual mandatario brasileño -sin confirmar aún sus candidaturas- lideran las encuestas de intención de voto, Doria y Leite ni siquiera aparecen como la tercera opción favorita de los brasileños.
El expresidente puntea, con cerca del 50 % de los apoyos, seguido del líder ultraderechista que obtendría el 21 % de los sufragios. Doria y Leite registran apenas el 2 % y el 1 % de las aceptaciones, respectivamente.
Durante más de 20 años el PSDB se posicionó como uno de los partidos más fuertes del país, pero en 2018 tuvo la más triste participación de su historia en la disputa por la jefatura de Estado, con tan solo un 5 % de los apoyos para su candidato, Geraldo Alckmin.
Quien salga victorioso en las previas del PBSD no llegará al poder, ni se cree que consiga liderar una tercera vía que le reste fuerzas a Lula y a Bolsonaro, pero puede ser ficha clave en la consolidación de un centro del que puede recoger frutos a futuro.