Más de cien personas de la agrupación cívica polaca "Madres en la Frontera" se manifestaron este sábado en Hajnówka (este de Polonia) para reclamar al Gobierno que se acoja a los niños inmigrantes y a sus madres.
Se trata de la segunda ocasión que este grupo presenta sus reivindicaciones en público en relación con la crisis migratoria en esta frontera del país con Bielorrusia, desde donde miles de inmigrantes, procedentes sobre todo de Irak y Siria, intentan desde hace meses entrar en territorio de la Unión Europea (UE).
Hace unas semanas, las "madres en la Frontera" polacas se manifestaron en Michalowo (este) durante una protesta a la que asistieron las esposas de tres expresidentes polacos bajo el lema "el lugar de los niños no es el bosque", en referencia a los casos de niños inmigrantes que han sido hallados en la zona fronteriza.
En medio de un amplio despliegue policial, los organizadores leyeron parte de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y exhibieron banderas hechas con mantas térmicas, como las utilizadas para proteger del frío a las personas rescatadas en el bosque.
"Ningún ser humano es ilegal; como madres no podemos permitir que se considere normal el que se encuentre a niños indefensos vagando por el bosque, ateridos de frío y en peligro de muerte y se les separe de sus madres o se les expulse de Polonia", dijeron algunos de los asistentes a la manifestación.
Varias de las madres que forman parte de este grupo, la mayoría de ellas residentes en la zona fronteriza de Polonia con Bielorrusia donde ya han fallecido al menos 11 inmigrantes desde septiembre, contaron sus experiencias personales.
"Yo iba paseando por el bosque, buscando setas; vi lo que parecía ropa de niño tirada en el suelo, y cuando me acerqué resultó ser una niña de unos cuatro años", afirmó una de ellas.
"Esa noche lloré en casa al recordarlo, yo tengo una hija de esa edad y cuando voy al bosque lo último que quiero encontrar es un niño medio muerto", agregó la mujer, que no se identificó.
Por su parte, otra manifestante recordó cómo unos mil polacos que estaban deportados en Siberia durante la Segunda Guerra Mundial lograron ser admitidos como refugiados en países como la India: "¿hemos olvidado algo tan importante tan pronto?", dijo.
El Gobierno polaco mantiene el estado de emergencia en su franja fronteriza con Bielorrusia y tiene restringido el acceso a organizaciones humanitarias y medios de comunicación desde el 2 de septiembre.
En la frontera polaco-bielorrusa hay miles de inmigrantes acampados que en ocasiones intentan pasar a territorio polaco durante la noche y terminan perdidos durante días en los bosques de la zona.