La cifra de fallecimientos asciende a los 18,310.
Las autoridades sanitarias de Portugal han informado este sábado que se han registrado 10 muertes y 2.333 nuevos casos de COVID-19, por lo que ya son cuatro días consecutivos con más de 2.000 positivos.
Según el último boletín de la Dirección General de Salud (DGS) lusa, se ha notificado hoy una nueva subida de los hospitalizados con COVID-19, que ya ascienden a 544 pacientes tras 16 nuevos ingresos.
Los ingresados en unidades de cuidados intensivos alcanzan las 88 personas tras confirmarse hoy nueve más.
La cifra de contagios desde el inicio de la pandemia es de 1.119.784 casos y la cifra de fallecimientos asciende a los 18.310.
Portugal, con cerca de 10 millones de habitantes y que vive una quinta ola de la pandemia, registra una incidencia a 14 días de 191,2 casos por 100.000 habitantes y el índice que mide la transmisión del virus (Rt) está en 1,17, según la actualización de este viernes.
En el país ya se ha vacunado con la pauta completa al 86,3% de la población y ha iniciado la inoculación de la tercera dosis de recuerdo en población mayor de 65 años.
Este viernes, el Gobierno del socialista António Costa convocó, por primera vez desde septiembre, a expertos para analizar la situación del país en vistas a implementar nuevas medidas.
De esa reunión salió la intención de endurecer las restricciones para combatir la pandemia ante el avance de la quinta ola, con cifras de infecciones y hospitalizados que no se veían desde hace más de dos meses, mientras se acercan las reuniones navideñas, que el año pasado dispararon los contagios.
Los anuncios oficiales están previstos para la próxima semana, después de que el primer ministro se reúna con los partidos del hemiciclo, aunque no se esperan medidas tan estrictas como las implementadas en los anteriores confinamientos.
Tanto Costa como el presidente, Marcelo Rebelo de Sousa, han descartado volver al estado de emergencia, pero los expertos ya han propuesto medidas como extender el uso de la mascarilla -ya no es obligatoria en la calle-, hacer más test, reducir el aforo de eventos masivos o, sobre todo, reforzar la vacunación.